En una nota publicada este martes en el portal de la cadena internacional Deutsche Welle, el medio reconoce que las «pesquisas» que realizó el equipo del autoproclamado presidente interino Juan Guaidó, para esclarecer lo sucedido en Cucutá, Colombia, sobre el robo millonario de los fondos de la supuesta ayuda humanitaria, son insuficientes para despejar las dudas en torno al escándalo de corrupción que involucra a dirigentes del partido Voluntad Popular (VP).

 

«No se ha hecho pública aún conclusión alguna de estas pesquisas. El ‘embajador’ del líder opositor en Colombia, Humberto Calderón Berti, declinó conceder una entrevista a DW», cuestiona abiertamente el medio alemán.

 

El tema ha impactado en la opinión pública de ese país, pues «Alemania es uno de los países que más ha contribuido en materia de ayuda».

 

«Fuentes del Ministerio de Exteriores germano confirmaron a DW que se han destinado cinco millones de euros para la crisis en Venezuela. Estas mismas fuentes subrayaron que Berlín es ‘muy consciente de la situación de los migrantes y refugiados venezolanos, lo que le ha llevado a financiar varios proyectos al respecto con otros 19 millones de euros entre 2018 y 2020», indica el reporte de DW.

 

Sin embargo, el medio insiste en que «la pregunta es cómo disipar la sombra de duda».

 

«Sobre esto las fuentes citadas afirman que todos los receptores de ayuda humanitaria alemana están obligados a tomar las medidas apropiadas para prevenir la malversación de los fondos, así como la influencia de la corrupción en las actividades de los proyectos», prosigue el texto, con lo que confirman y reconocen las posibles acciones de malversación y corrupción atribuidas a los colaboradores más cercanos a Guaidó.

 

A mediados de junio, el portal estadounidense Panam Post confirmó que los enviados de Guaidó en Colombia se apropiaron de los fondos destinados originalmente para la supuesta «ayuda humanitaria».

 

Entre otros actos de corrupción, los sindicados Rossana Barrera y Kevin Rojas habrían incurrido en desvío de dinero, malversación de fondos, inflación de cifras, fraude y amenazas para que los emisarios del presidente Guaidó se rodearan de lujos, mientras mantenían un discurso de presunta «crisis humanitaria».

 

En marzo, autoridades venezolanas denunciaron la trama de corrupción de Juan Guaidó en Cúcuta, la cual con la excusa de la ayuda humanitaria, ocultaba el financiamiento y captación de sicarios para ejecutar operaciones de terrorismo y atentar contra la soberanía de Venezuela.

 

El ministro de Comunicación e Información de Venezuela, Jorge Rodríguez, en esa ocasión mostró conversaciones telefónicas de Roberto Marrero –personaje cercano a Guaidó y detenido por la presunta comisión de los delitos de legitimación de capitales, asociación para delinquir y conspiración- que evidencian que conspiró con Guaidó para gestionar financiamiento de estos actos terroristas.

 

«Marrero estaría involucrado en el contrato de personas provenientes de Guatemala y Colombia para cumplir con el plan de reclutamiento y entrenamiento de sicarios», dijo Rodríguez.

 

(AVN)