En los últimos años, la guerra de Siria se convirtió en una de las más sangrientas de la historia y se conocen miles de historias que conmueven al mundo. Es el caso de la familia de Amjad Abdulá, que sufrió un bombardeo en su casa.

 

Una de sus hijas, Riham, intentó salvar a su pequeña hermana Tuqa sosteniéndola de la remera para que no cayera a la calle mientras un pedazo de techo le presionaba el cuerpo. Lamentablemente la pequeña niña murió horas después.

 

Según explica el portal español El Mundo, luego del trágico ataque el padre perdió el habla y hoy sólo emite sollozos. Su mujer, Naqouh, murió en el acto.

 

La foto aparece sin cesar en las redes sociales: dos niñas atrapadas en un inmueble derrumbado apenas logran sostener de la camiseta desgarrada a su hermana pequeña, que queda suspendida a varios metros del suelo, tras un bombardeo aéreo en el noroeste de Siria.

 

En los últimos días más de 100 personas murieron en la región de Idlib y alrededores, por lo que la Organización de las Naciones Unidas condenó el silencio internacional y la “aparente indiferencia”. Esta condena la realizó la chilena Michelle Bachelet, Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.

 

“Desde 2011 hasta hoy murieron cientos de niños, mujeres y hombres, tantos que no es posible dar una estimación creíble de la cantidad”, dijo en su informe la expresidente de Chile y destacó que “es un fracaso del liderazgo por parte de las naciones más poderosas del mundo”.

 

(Agencias)