El gobierno chino respondió rápidamente a las amenazas que lanzó este jueves 1 de agosto el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien anunció mayores aranceles para todas las importaciones provenientes de ese país.

 

Pekín advirtió que si el presidente Trump cumple su amenaza no le quedará otra opción que tomar represalias, aunque no precisó la naturaleza de estas medidas.

 

A través de un comunicado, el ministerio de Comercio del gobierno asiático dijo que Estados Unidos había infringido un acuerdo entre Trump y el presidente chino Xi Jinping el pasado mes de junio.

 

El mandatario estadounidense divulgó a través de su cuenta en Twitter, este jueves, que desde el 1 de septiembre se estaría agregando un arancel de 10 por ciento a 300 mil millones de dólares de importaciones chinas, que anteriormente iban libre de este impuesto.

 

Este anunció ocasionó una reacción en cadena en los mercados, las bolsas europeas cayeron la mañana de este viernes y el petróleo perdió cerca de un 8 por ciento en la bolsa de Nueva York. Un efecto similar tuvo el anuncio en el mercado asiático, con la bolsa de Tokio bajando sobre el 2 por ciento y Shanghái un 1,41.

 

Para el estadounidense esto no representó sorpresa alguna, ya que lo esperaba, por otra parte afirmó que quizá el acuerdo iba demasiado lento en términos de Xi Jinping. Asimismo, Trump dijo que podría aumentar aún más los aranceles si Pekín no acepta los términos impuestos por EE.UU, los aranceles podrían llegar hasta un 25 por ciento, afirmó.

 

Sin embargo, el presidente del consejo económico chinoestadounidense (Uscbc), Craig Allen, considera que esta decisión puede que lleve a los chinos a abandonar estas conversaciones.

 

Para Trump los chinos no habrían cumplido con los compromisos acordados como la compra masiva de productos agrícolas estadounidenses y la exportación de fetanilo a EE.UU.

 

Para el analista de Meeschaert Financial Services, Gregori Volokhine, Trump juega con fuego en una guerra tarifaria con el gigante chino para que las empresas chinas pongan fin a los subsidios a las empresas estatales, así como la transferencia de tecnología que imponen a las empresas extranjeras.

 

(LaIguana.TV)