Como «un periplo» fue calificado el viaje que por más de un día tuvo que realizar la tripulación del avión de la fuerza aérea de México para poder buscar y salvaguardar la integridad física del presidente de Bolivia, Evo Morales, quien fue obligado a renunciar luego de que un sector de la fuerza armada de ese país -que conspiró junto al gobierno de Estados Unidos y la oposición boliviana- solicitaran su renuncia y consagrar un golpe de Estado.

 

Luego de que México ofreciera el asilo a Evo Morales, quien se encontraba resguardado por el pueblo en un aeropuerto de Cochabambala fuerza aérea mexicana comenzó el viaje para buscarlo en Bolivia y regresar al país centroamericano donde tendrá todo el resguardo que requiera su protección.

 

El canciller mexicano Marcelo Ebrard ofreció una rueda de prensa este martes donde detalló todos los inconvenientes que tuvo que sortear la tripulación de la aeronave que buscó al presidente boliviano y como los gobiernos de Perú, Ecuador y finalmente la fuerza aérea de Bolivia prohibieron el sobrevuelo por sus espacios aéreos para sabotear el rescate y además poner en riesgo la vida de toda la tripulación.

 

Ebrard, quien aclaró que lo que actualmente sucede en Bolivia es un golpe de Estado que ha dejado al país con el orden constitucional interrumpido, detalló que tras recibir la comunicación por parte de Evo Morales de aceptar el asilo otorgado por México, se dispuso todo el proceso para llevar a México al mandatario desde tempranas horas de este lunes, 11 de noviembre, pero una serie de interrupciones y bloqueos de los gobiernos de la región interrumpieron lo que hubiese sido un proceso sin inconvenientes y de pocas horas de viaje.

 

«Evo Morales es un presidente electo que culmina su periodo en enero de 2020. La fuerza armada le pidió la renuncia, eso en cualquier parte se llama golpe de Estado, y por ende el orden constitucional está interrumpido», dijo Ebrard.

 

El canciller mexicano calificó el vuelo de la fuerza aérea mexicana como «un periplo» que tuvo que sobrepasar «diferentes espacios y decisiones políticas» que «dan cuenta de todo lo que tenemos por delante como región».

 

Así fue el sabotaje

 

«Fue a través de Lima, Perú, se solicitó permiso y se nos otorgó. Una vez llegó la aeronave mexicana y se detuvo en Lima para recargar combustible, tuvo que esperar varias horas para solicitar permisos en Bolivia, donde aún no está claro quien decide qué», explicó Ebrard.

 

Luego de varias horas se consiguió el permiso por las autoridades bolivianas, pero una vez el avión mexicano estaba en el aire con destino a Bolivia, la fuerza aérea de ese país le informó al piloto mexicano que no tenían permiso para ocupar su espacio aereo y tuvieron que regresar a Lima.

 

«Dijeron que no, que ese permiso no era válido y se tuvo que retornar a Lima. En Lima se tuvo que esperar nuevamente varias horas, para conseguir otra autorización que finalmente se consiguió gracias a la intermediación de la embajadora de México en La Paz, y fue el Comando de la Fuerza Aérea el que otorgó el permiso para que pudiéramos ir; lo cual también dice quién tiene el poder en Bolivia».

 

Una vez en Bolivia y ya con Evo Morales en manos de la tripulación mexicana, se le informa al piloto que no tenía permiso para regresar a Lima, pues el gobierno de Perú, «por valoraciones políticas» decidió suspender el permiso para que la aeronave descendiera en Lima y así recargar combustible.

 

«Fue un momento difícil y tenso, en el aeropuerto donde estaba Evo la situación era difícil, pues en el entorno había miles de seguidores de Evo que protegían a su líder y también elementos de la fuerza armada de Bolivia«, lo que en cualquier momento podía generar un enfrentamiento y poner en riesgo el vuelo y la tripulación. «Fue un momento de tensión para nosotros», explicó el canciller.

 

Cerca de las 7:30 de la noche la tensión en el aeropuerto de Cochabamba llegó a un momento sumamente inquietante. México tuviera que diseñar un Plan B mientras Morales ya estaba a bordo de la aeronave.

 

«Fue el peor momento, hablamos con Paraguay, nos ayudó mucho el presidente electo de Argentina (Alberto Fernández), quien habló con el presidente de Paraguay (Mario Abdo Benítez) por su lado. Paraguay nos dijo que no tenía inconvenientes a que volaramos a Asunción para recargar combustible y solicitar los permisos para volar de regreso, eso prolongó aún más el retorno. Agradecemos mucho al gobierno de Paraguay».

 

Pero antes de despegar con destino a Paraguay, la fuerza aérea boliviana prohibió al avión mexicano despegar de Cochabamba. Por un buen rato «tuvo que intervenir la embajadora de México en Bolivia para que la fuerza aérea boliviana nos permitiera salir de Bolivia por un milimétrico espacio».

 

Ecuador prohibió circulación del avión mexicano en pleno vuelo

 

Luego de llegar a Paraguay, México volvió a comunicarse con las autoridades peruanas para pedir el permiso de solamente cruzar el espacio aéreo sin aterrizar en Lima. Finalmente permitieron el paso. Seguidamente se habló con el gobierno de Ecuador (Lenín Moreno) para hacer una parada en Guayaquil y abastecer de combustible el avión. En un primer momento dijeron que sí. Sólo faltaba que Bolivia dejara pasar por su espacio aéreo el avión, pero esta vez dijeron que no.

 

«El general a cargo de la aeronave, actuó con un profesionalismo impresionante, con sangre fría y habilidad para dialogar», destacó Ebrard.

 

Cuando Bolivia se niega a dar permiso de sobrevolar su espacio aéreo, México tuvo que recurrir al gobierno de Brasil para transitar desde Paraguay por su espacio hacia Perú y luego ir a Ecuador a recargar combustible.

 

«Amablemente el embajador de Brasil en Bolivia nos ayuda a conseguir el permiso para volar por espacio aéreo brasileño a través de la línea fronteriza entre Bolivia y Brasil. Mientras volábamos con destino a Perú a través del espacio aéreo que abrió Brasil, Ecuador nos niega en pleno aire el permiso de sobrevolar su espacio aéreo. Tuvimos que rodear el espacio aéreo ecuatoriano, gracias que nuestro avión tiene una autonomía de 11 horas de vuelo, hasta llegar a aguas internacionales y seguir el vuelo a México».

 

«Este periplo que vivimos es como hacer un viaje por la política latinoamericana y cómo se toman las decisiones y los riesgos que se corren», lamentó el canciller mexicano sobre cómo se imponen las diferencias políticas por encima de la vida de las personas y la protección diplomática.

 

Finalmente Evo Morales llegó a México y se encuentra a salvo. A su llegada agradeció al presidente Andrés Manuel López Obrador por haberle salvado la vida, a la que le habían puesto un precio de 50.000 dólares para quien se atreviera a asesinarlo.

 

(LaIguana.TV)