El hombre que asume el nuevo liderazgo del Ejecutivo francés, Jean Castex, saltó a la esfera nacional como gestor de la desescalada del confinamiento y con su nombramiento el presidente, Emmanuel Macron, apoya en un alto funcionario conservador la recta final de su mandato.

El sucesor de Édouard Philippe, de 55 años, fue secretario general adjunto del Elíseo bajo la presidencia de Nicolas Sarkozy y ejercía como alcalde desde 2008 de la localidad pirenaica de Prades, cuando le llamaron para organizar la vuelta progresiva de Francia a la normalidad tras la crisis del coronavirus.

En ese pequeño municipio de la Cataluña francesa, a unos 20 kilómetros de la frontera española, fue reelegido el pasado 15 de marzo, en la primera vuelta de las elecciones municipales, con más del 75 por ciento de los votos.

Pero hasta ese 2 de abril en el que fue reclamado por Philippe, este «servidor del Estado», tal y como le gusta definirse, era prácticamente un desconocido en el país que superó con éxito una tarea en la que orquestó desde la vuelta a clase hasta la apertura de comercios y restaurantes.

(EFE)