El exembajador de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Bill Richardson, agradeció este jueves 30 de julio al presidente de la República, Nicolás Maduro, y al vicepresidente sectorial, Jorge Rodríguez, por el beneficio de casa por cárcel otorgado a dos exdirectivos de Citgo implicados en una red de corrupción que habría manejado y dirigido el prófugo de la justicia venezolana Leopoldo López.

«Nos alivia escuchar hoy que Gustavo Cárdenas y Jorge Toledo, dos de ‘los 6 de Citgo‘ han sido liberados de prisión y se les ha otorgado arresto domiciliario en Venezuela», dijo Richardson en Twitter, quien calificó la medida como «un primer paso positivo e importante».

«Estamos agradecidos con el presidente Nicolás Maduro y con el vicepresidente Jorge Rodríguez por este gesto y por continuar participando en el diálogo productivo sobre los detenidos estadounidenses que comenzó a principios de este mes», subrayó.

Richardson y su equipo viajaron a Venezuela en lo que ellos calificaron como «una misión humanitaria privada», que según la agencia de noticias estadounidense AP, tendría como misión negociar la libertad de los dos mercenarios estadounidenses pertenecientes a la empresa contratista de acciones paramilitares SilverCorp USA INC, que lideró la incursión armada contra Venezuela que buscaba secuestrar e incluso asesinar, si era necesario, al presidente Maduro y otros altos cargos del Ejecutivo y el Estado venezolano.

«Entre los ciudadanos estadounidenses encarcelados en Venezuela hay dos ex boinas verdes, Luke Denman y Airan Berry, detenidos en mayo cuando participaban en un intento frustrado de derrocar a Maduro organizado desde la vecina Colombia», cita AP.

El exembajador estadounidense también buscaría negociar la libertad de los seis directivos de CITGO, la refinería petrolera con sede en Houston, que pertenece a Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y actualmente secuestrada por el régimen de Donald Trump.

Estos seis empresarios están detenidos por sus vínculos en la trama de corrupción interna de la Estatal petrolera, que dirigen desde hace años los miembros del grupo extremista Voluntad Popular.

En el caso de los seis de Citgo, cinco de ellos tienen doble nacionalidad -estadounidense y venezolana- y otro cuenta con residencia permanente en Estados Unidos.

«Aunque la visita de Richardson es una misión privada, la coordinó con el Departamento de Estado de Estados Unidos y ha mantenido a las autoridades estadounidenses al tanto de sus planes, según una persona familiarizada con el viaje que habló a condición de no ser identificada para comentar los detalles de planificación», explicó el despacho de AP antes de que se realizara el viaje.

AP agrega que este nuevo «episodio de diplomacia cara a cara, marca un gran contraste con la política estadounidense de ‘máxima presión’ sobre un líder al que Washington considera un dictador y un narcotraficante», todo esto, sin tener pruebas que ratifique tales acusaciones, más que su empeño en sacar al Gobierno chavista del Poder Ejecutivo y el continuo sabotaje contra la población al aplicarle medidas coercitivas unilaterales que deterioran su calidad de vida para inculpar a Maduro.

Además, este proceso de diálogo se da justamente cuando Donald Trump ya no confía en la misión que le encomendó a Juan Guaidó de derrocar a Maduro.

(Laiguana.TV)