El brutal endeudamiento, bajo condiciones muy leoninas, de América Latina con el Fondo Monetario Internacional y otros organismos durante la crisis de la covid-19 hará que, a la salida de la pandemia sanitaria, la región se encuentre en una auténtica pandemia financiera.

El poco halagüeño vaticinio surgió del análisis de un tema que se ha mantenido en segundo plano, soterrado por la gravedad de los problemas causados por el coronavirus: el incremento de los compromisos pactados por los gobiernos con la banca multilateral. La revisión la hizo el comunicador político y doctor en filosofía Miguel Ángel Pérez Pirela, en su programa Desde donde sea.

Actualización de la situación en la frontera

Antes de abordar el tema investigado, informó acerca de los últimos acontecimientos en la frontera venezolana con Colombia, en el estado Apure, donde se mantiene la confrontación entra la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) y grupos irregulares procedentes de la nación vecina.

Son malas noticias pues murieron dos suboficiales venezolanos por la detonación de una mina antipersona. Ayer reportábamos que la situación se había calmado, pero infortunadamente degradó. El Ministerio de la Defensa informó sobre el fallecimiento de los dos suboficiales producto de la detonación de una mina por parte de grupos irregulares. Los funcionarios eran el sargento primero Andriel Istúriz Sojo, de la Octava Brigada de Comandos de Mar; y el sargento segundo Jesús Alexander Vásquez Pérez, del 931 Batallón de Infantería Reforzado Santiago Mariño. Otros nueve efectivos venezolanos resultaron heridos, mientras nueve irregulares fueron abatidos y ya son 91  los que se encuentran privados de libertad. Tenemos ya cuatro soldados asesinados en la frontera. ¿Esto cómo se llama? No tiene otro nombre, sino guerra”, dijo Pérez Pirela.

Y esa guerra continuó también en su vertiente de las operaciones psicológicas. Durante el día se denunció la supuesta detención de periodistas por parte de la FANB, pero luego se supo que estuvieron en poder de irregulares.

Mientras se mantuvo en pie la noticia falsa, los voceros políticos que intentan atizar el conflicto actuaron intensamente. A eso de las 5:30 de la tarde, el presidente colombiano Iván Duque, rechazó en Twitter la supuesta detención de dos periodistas adscritos a la cadena NTN24por parte de las autoridades venezolanas, en el marco de las operaciones que ejecuta la Fanb en el estado Apure. “Exigimos su inmediata liberación, garantizando su vida e integridad personal”, reza parte de un trino escrito por el gobernante, que aprovechó la ocasión para solicitar la intervención de la Organización de Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos en pro de su liberación, pues en su opinión, imperaba oponerse a lo que calificó como una “violación flagrante de libertad de prensa y derecho internacional”.

Empero, minutos más tarde -a las 5:44 pm- la agencia española de noticias EFE publicaba en la misma red social que habían sido liberados dos periodistas venezolanos, quienes habían “permanecido más de 24 horas en poder de grupos irregulares”, información que contradecía de lleno lo sostenido por Duque.

Posteriormente, EFE borró el tuit, pero ya había sido inmortalizado en una captura de pantalla y divulgado, también en Twitter, por los internautas.

A las 6:10 de la tarde, EFE publicó una “corrección” con el siguiente texto: “Liberan a dos periodistas venezolanos tras más de 24 horas detenidos”, que no contribuyó a aclarar la situación, pues no se especifica qué instancia habría retenido a los comunicadores.

“Hicieron una alharaca acá y allá y resulta que los tenían retenidos los colombianos. Estas son las típicas contradicciones, al mejor estilo de Los tres chiflados, entre EFE, otras agencias de noticias, el gobierno de Duque. Que se pongan de acuerdo ellos en las mentiras que van a decir”, ironizó  el presentador del espacio.

La Fanb denuncia que lo ocurrido “revela la cobardía, alevosía y vileza de estas organizaciones criminales, que como ya hemos señalado, actuando con la aquiescencia del gobierno colombiano, pretendían ocupar ilegalmente sectores del espacio geográfico venezolano para desarrollar sus actividades delictivas”.

El ministro Vladimir Padrino López defendió la labor de la Fanb, deploró el asesinato de cuatro de sus integrantes y dijo que la victoria será proporcional a la vileza del enemigo.

Colombia no está atacando con sus fuerzas armadas. El gobierno y la oligarquía está haciendo lo mismo que hizo internamente cuando creó los grupos paramilitares: actuar contra los campesinos, movimientos sociales y estudiantes, haciéndoles lo que quisiera hacerles el Ejército. Están tercerizando la guerra. No sé si es que no tiene el valor para actuar sin máscara. Este es el modus operandi del Estado colombiano: los falsos positivos”.

Coincidió con los comentarios de integrantes de la audiencia, quienes señalaron que se tratando de montar un conflicto armado similar al de Siria, dividir territorios, propiciar una guerra para luego hacer reinar los intereses de Estados Unidos y países de la Unión Europea.

Endeudamiento feroz

Luego de la mirada obligatoria a la peligrosa escena fronteriza, empezó a desarrollar el tema trabajado por el Equipo de Investigación de Desde donde sea: el endeudamiento de la región latinoamericana, un fenómeno de larga data, pero agudizado por los problemas derivados de la crisis sanitaria.

“Ha crecido la deuda de América Latina durante el año de pandemia. Entre otras instituciones, con el FMI. Se van a asombrar con lo que está pasando casi en silencio, porque muy poca gente habla de estos gobiernos que se han endeudado –adelantó-. La deuda de América Latina sería, según el FMI, de 81,6% del PIB, según el informe de Monitor Fiscal, difundido en octubre 2020. Este índice ubica la deuda de la región muy por encima del que presentan las economías emergentes y de ingreso medio, que es del 72,6% del PIB”.

Entre los más endeudados destacan Brasil, Colombia, México, Perú y Chile, aunque no se trata de un fenómeno exclusivo de América Latina. Según el mismo FMI, la deuda pública global igualaría la economía mundial por primera vez en toda la historia, como consecuencia del impacto de la pandemia de la covid-19.El organismo calificó como enérgicas las medidas tomadas por los gobiernos para amortiguar el golpe. El monto global es 12 billones de euros, unos 14 billones de dólares en todo el mundo.

Una usuaria del programa opinó que el FMI creó la covid-19 para obligar a los gobiernos a endeudarse más. Pérez Pirela comentó: “No sé si el FMI creó la covid, pero sí que se ha aprovechado de la pandemia. Ahora, muchos países están endeudados con el diablo, y lo digo en Semana Santa”.

En el momento del informe citado, el FMI instó a los gobiernos a recomendar a los empresarios reanudar sus actividades, fomentar la recuperación del empleo, impulsar la inversión pública y estimular el crecimiento económico. “Eso fue lo que hicieron algunos, como Duque, que arriesgó a la sociedad para salvar la economía, pero terminó con una recesión económica y con una de las peores cifras de la pandemia en la región”, puntualizó.

Las monedas de América Latina se depreciaron entre 2020 y 2021, según el comité por la Abolición de la Deuda Externa. “Las tres locomotoras económicas de la región, Argentina, México y Brasil, tienen una depreciación de sus monedas de 26,5%, de 0,94% y de 13,65%, respectivamente”,

Salvo Cuba, Venezuela y Guatemala, entre 2000 y 2019, 22 países de la región “pidieron ayuda al Fondo Monetario Internacional (FMI). En 20 años esos países obtuvieron préstamos del FMI por 13 mil millones de dólares estadounidenses. Y, hasta ahora, reembolsaron 105 mil millones, de lo que el 12% corresponde únicamente a cargas e intereses”, agrega la investigación.

Según la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), el endeudamiento en la región se incrementó del 68,9% al 79,3% del PIB entre 2019 y 2020, lo que ubica a América Latina y el Caribe como la región más endeudada del mundo en desarrollo por encima de Asia, África Subsahariana, Medio Oriente y Europa Oriental.

“La pobreza, la desigualdad y el desempleo han avanzado a un ritmo sin precedentes durante el último año. Tres millones de empresas tuvieron o tendrán que cerrar a raíz de la pandemia. Un tsunami económico”, puntualizó el presentador.

En enero de 2021, el FMI ya había destinado 66 mil 500 millones de dólares para la región, 63% del desembolso de 106 mil millones destinados a 85 economías en desarrollo.

Los solicitantes fueron Bolivia, Costa Rica, Dominica, Ecuador, El Salvador, Haití, Paraguay, Panamá, Santa Lucía, República Dominicana, Granada. El menor monto es de Dominica con 14 millones y el más alto, el de República Dominicana, con 650 millones.

¿Cuáles son las condiciones de estos préstamos?

Señaló Pérez Pirela que solicitar préstamos es algo muy normal en el actual orden mundial, salvo para países bloqueados y castigados como Venezuela, a los que se les niega cualquier ayuda. Lo preocupante en el caso de los empréstitos del FMI son las condiciones que se exigen para otorgarlos.

El FMI otorgó los préstamos y reconoció los programas sociales aplicados por los gobiernos, pero advirtió que en la etapa pospandemia se deberán repetir las añejas recetas de recorte del gasto público, que en lenguajes de ese organismo significa quitar pensiones, reducir la salud pública y la educación pública y hasta pautar qué se debe enseñar en las escuelas”, advirtió y presentó algunos ejemplos.

El convenio firmado con El Salvador establece un préstamo por 389 millones de dólares. Para pagarlo deberá hacer ajustes de 3,5% de su PIB, unos 800 millones de dólares, dinero que deberá salir de recortes al gasto público o de más impuestos a la población.

El 16 de abril de 2020, Panamá obtuvo del FMI 515 millones de dólares. Cuando termine la emergencia está obligada a hacer ajustes en el gasto público.

21 de abril, Paraguay 274 millones de dólares. Una vez que la crisis disminuya será necesario reducir el déficit fiscal.

28 abril, el organismo erogó 65,6 millones de dólares para Dominica, Granada y Santa Lucía, países isleños muy vulnerables a la crisis y dependientes del turismo. El FMI advirtió que estas naciones se comprometieron a que la deuda regional represente el 60% del PIB para 2030, por lo que tendrán que aplicar políticas de ajuste una vez que pase la crisis.

1 de mayo. Ecuador recibió 469,7 millones de dólares. La directora gerente del FMI Kristalina Georgieva, informó que a cambio, las autoridades del país andino aceptaron los riesgos para la sostenibilidad fiscal y la deuda y tomaron medidas preventivas con actores privados.

Todo esto hace pensar que cuando cese la emergencia (algo que aún no tiene un horizonte claro), América Latina y el Caribe estará en graves dificultades económicas. La misma Organización de las Naciones Unidas ha advertido que la pandemia podría causar una gran crisis de deuda soberana en la región.

El secretario general, António Guterres, pidió al Banco Mundial y al FMI retrasar o cancelar los cobros en la región, pues la crisis por el coronavirus «ampliará significativamente la brecha de financiamiento» en la región, lo que podría causar «una gran crisis de liquidez».

Recetas que no funcionan

Poco se habla de la deuda y de las condiciones para pagarla, pero de lo que menos se habla es de la repetitiva historia de las recetas del FMI (que no funcionan) en América Latina, dijo Pérez Pirela, parafraseando el título de un trabajo del portal RT.

En ese reportaje se enumeran los casos en los que los programas de ajuste patrocinados por el ente multilateral han tenido resultados sociales adversos.

-Venezuela. En febrero de 1989, el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez aplicó una serie de reformas económicas impuestas por el FMI, conocidas como  el ‘Paquetazo‘, a cambio de recibir un préstamo de 4 mil 500 millones de dólares. La receta fue sin dudas un cóctel explosivo: los aumentos de la gasolina, el transporte público, los alimentos y otros productos de primera necesidad, coincidieron con el congelamiento de los salarios.

“A estas alturas, aún no sabemos cuántas personas fueron asesinadas y echadas en fosas comunes, mientras EEUU y la Unión Europea aplaudían a Carlos Andrés Pérez”, dijo el conductor de Desde donde sea.

-Argentina. Tras la década menemista, de corte neoliberal, la situación financiera y los problemas del endeudamiento externo se tornaron insostenibles para el Gobierno de Fernando de la Rúa (1999-2002), quien a pesar de haber cambiado el contexto global decidió mantener la convertibilidad (un peso argentino valía un dólar). Para diciembre, el FMI cortó el flujo de ayuda económica ante la inestabilidad financiera y la imposibilidad de pago del país. Las medidas de ajuste aplicadas hicieron lo propio, y la declaración del llamado ‘corralito’, que implicó una restricción bancaria para el retiro de dinero en efectivo, terminó de encender la mecha.

La escalada de violencia en las calles de Buenos Aires trepó a su punto máximo el 19 y 20 de diciembre, con la declaración del estado de sitio y una represión sin precedentes: 39 civiles muertos y más de 200 heridos. En cuestión de horas, De la Rúa abandonó la Casa Rosada en helicóptero, y le sucedieron 4 presidentes en solo 11 días. 

-Bolivia. En abril de 2003, Bolivia accedió a una línea de crédito de 124,5 millones de dólares por parte del FMI, que se incrementó luego a un total de 248,9 millones de dólares. Aplicando una serie de medidas económicas de austeridad, más la privatización de varios recursos estatales, el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada intentó avanzar en un plan para exportar gas a EE.UU. a través de Chile, iniciativa que terminó de calentar el clima de ebullición social que ya se vivía. En octubre de ese mismo año, un levantamiento popular en la ciudad de El Alto acabó en represión. Al menos 63 personas murieron,mientras que otras 400 resultaron heridas.  

-Ecuador. Tras acceder a un crédito del FMI por más de 4 mil 200 millones de dólares en marzo de 2019, el Gobierno de Lenín Moreno decidió una serie de medidas económicas que apuntaban, de acuerdo a la organización internacional financiera, a «proteger a los pobres y los más vulnerables».  La verdad es que se puso fin a los subsidios de los combustibles, cuyas tarifas se elevaron en un 123%. Los anuncios despertaron una huelga del transporte y levantamientos populares que incluyeron disturbios y saqueos en varias ciudades del país, entre ellas Quito y Guayaquil

Como balance de estas experiencias, se concluye que no puede haber un buen resultado para el pueblo cuando se firma  un acuerdo con el FMI.

El experto Leandro Morgenfeld explica que para hablar de éxito hay que analizar primero cuáles son los objetivos, de quién, y para qué. «El FMI, sobre todo en los últimos 25 a 30 años, fue el instrumento de defensa de los intereses de las grandes corporaciones de EEUU y los demás países del G7, especialmente los europeos».

Un factor común en las economías de la región que recurren al FMI es que, a pesar de obtener millonarias sumas de dinero, terminan con problemas de liquidez, lo que permite inferir que la asistencia financiera no cumple los objetivos, o bien termina en otros destinos.

Morgenfeld recuerda que durante el menemismo de los 90, Argentina era presentada como uno de los alumnos preferidos del FMI porque había seguido al pie de la letra sus recetas

Por eso, cuando el FMI, EEUU y la UE aplauden hay que tener miedo. Se sabe que después de esos aplausos vienen los recortes sociales, el desempleo, la salida del pueblo a la calle y la represión –recalcó Pérez Pirela-. Por cierto, varios de esos presidentes que aplicaron paquetes fondomonetaristas son parte del Grupo de Lima, que quiere darle clases de democracia y derechos humanos a Venezuela. El neoliberalismo, democrático en apariencia, solo deja dos opciones a los países: o endeudarse con el FMI para luego ser destruido en sus estructuras sociales; o ser bloqueado y sancionado, como Venezuela”.

Esfuerzos por zafarse

Reseñó que algunos de los países de América Latina, luego de recibir el cuestionable abrazo del FMI, por decisión de gobiernos de derecha, han retornado a administraciones progresistas que han tratado de anular las cláusulas suicidas de esos pactos. Concretamente habló de los casos de Argentina, que firmó con Mauricio Macri, y de Bolivia, que se comprometió en el breve tiempo que estuvo en el gobierno la dictadora Jeanine Áñez.

Empleando datos de la BBC, precisó lo ocurrido en Argentina, país que ya atravesaba una grave crisis económica cuando empezó la pandemia hace un año, por lo que fue uno de los países más golpeados del mundo en 2020. Llevaba dos años de recesión y tenía una de las peores tasas de inflación y una de las monedas más devaluadas del mundo cuando llegó el coronavirus en marzo de 2020.

El temor a la covid-19 y la prolongada cuarentena que ordenó el gobierno para tratar de frenarlo, provocaron una contracción económica de casi el 10%. La cifra es un punto menor a la caída del Producto Interno Bruto (PIB) que sufrió Argentina durante la crisis de 2001/2002, que hasta ahora había sido la peor en su historia, cuando más de la mitad de la población cayó por debajo de la línea de pobreza.

Hoy más de cuatro de cada diez argentinos son pobres, según cifras que acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). Con los precios subiendo un 40% interanual y el peso depreciándose casi un 30% en 2020 y aún más el año anterior, no es difícil entender por qué cada vez son menos los que logran llegar a fin de mes.

El presidente Alberto Fernández, quien asumió tres meses antes de que empezara la pandemia, debió reestructurar una enorme deuda heredada (equivalente al 90% del PIB del país), y no pudo acceder a los mercados de crédito.

Al agravarse el problema por la emergencia sanitaria, Fernández tomó varias medidas que no han sido bien recibidas por los ortodoxos. Por ejemplo, prohibió los despidos y las suspensiones de trabajadores.

Según una encuesta realizada por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came), más de 41.000 pymes cerraron sus puertas en 2020, el doble de las que desaparecieron durante la crisis de 2001/2002. Esta es una de las principales causas por las que, a pesar de la prohibición de despedir, el desempleo aumentó del 8,9% en 2019 al 11% a finales de 2020.

El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, señaló que la pérdida de empleo en Argentina «fue baja en relación con otros países». Moroni también resaltó que el gobierno asistió a unas 300 mil empresas y a dos millones de trabajadores a través del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), que subsidió el 50% de los salarios de empresas privadas durante la etapa más estricta de la cuarentena obligatoria.

Esta no es la primera crisis económica que enfrenta Alberto Fernández. Como jefe de gabinete de Néstor Kirchner (2003-2007), el actual mandatario fue un actor clave en la recuperación que vivió el país tras la debacle de comienzos de siglo. Tal vez sea por ello que está convencido de que Argentina volverá a ponerse de pie de la mano del sector que lo levantó hace dos décadas: el campo.

La depreciación del peso ha hecho que los principales bienes de exportación argentinos, como la soja, el trigo, el maíz y la carne, resulten baratos, haciéndolos más atractivos.

Al igual que en 2003, los precios de los granos se han vuelto a disparar a nivel global, aumentando la entrada de divisas. Para sacar provecho de esta bonanza, Fernández aumentó los impuestos sobre las exportaciones agrícolas.

Otra medida tomada por el gobierno argentino es la llamada Ley de Aporte Solidario y Extraordinario, más conocido como el impuesto extraordinario a la riqueza, que tasa los patrimonios superiores a los 200 millones de pesos (unos US$2 millones). El dinero será destinado a garantizar el abastecimiento de suministros médicos, a ayudar a pequeñas y medianas empresas, y a financiar becas estudiantiles, desarrollos sociales y proyectos de gas natural, algo que ha sido apoyado por un amplio sector de la población.

Sin embargo, en este punto vuelve a aparecer el tema central del programa, una de las claves que necesitará Argentina para salir de la crisis es lograr un acuerdo con su principal acreedor, el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En 2018 el organismo le otorgó al entonces presidente Mauricio Macri el mayor préstamo de su historia: 57 mil millones de dólares.Argentina llegó a recibir 44 mil millones antes de que el gobierno pasara a manos de Fernández, quien desistió de recibir el resto del préstamo.

El ministro de Economía, Martín Guzmán, ha estado abocado a reestructurar la abultada deuda del país, que en total asciende a unos 320 mil millones. Primero, logró renegociar con el grupo más duro: los bonistas extranjeros, muchos de los cuales se habían negado a un canje durante el gobierno de los Kirchner.

Argentina pretende extender el plazo de pago más allá de los 10 años que permite el Acuerdo de Facilidades Extendidas del organismo, sobre la base de que el FMI acordó con Macri un préstamo «impagable».

Pero el Fondo se ha negado a una duración mayor, afirmando que su reglamento no lo permite.

Argentina debe pagar 3 mil 500 millones de dólares este año; 18 mil millones en 2022; y 19 mil millones en 2023. Fernández lo considera impagable por las condiciones en que fue pautada la deuda. Y Macri rico, feliz y contento. Dedicó una parte de su gestión a tratar de tumbar al gobierno venezolano.

Fernández aclara que “el problema no es pagar, sino llegar a un acuerdo que nos permita mantener el plan económico de crecimiento y desarrollo y sin olvidar a ese 40% de la población que está por debajo de la línea de pobreza”.

Nailé Manjarrés, una de las integrantes del Equipo de Investigación del programa, intervino para señalar que las cifras del endeudamiento argentino son “cuasipornográficas y absurdas, con el agravante de que fueron aprobadas por Macri casi al  final de su mandato, comprometiendo a las administraciones futuras”.

El gobierno ha tratado de evitar impactos mayores y también ha procurado castigar a los autores del perverso endeudamiento. En marzo formalizó la denuncia por defraudación contra Macri  y Juntos por el Cambio por contraer la deuda sin realizar un debate parlamentario previo, según lo planteó Alberto Fernández.

Por su parte, el nuevo gobierno de Bolivia está tratando igualmente de surfear una deuda que le dejó la exdictadorzuela. Para ello, el presidente Luis Arce devolvió al FMI un crédito millonario. El Banco Central de Bolivia dijo que emprenderá las acciones penales, administrativas y civiles contra todos los servidores públicos que resultasen con indicios de responsabilidad por su participación en el proceso de negociación y suscripción de este préstamo.

El gobierno de facto de Áñez solicitó 327,7 millones de dólares para enfrentar la pandemia. La operación generó costos adicionales millonarios para el Estado boliviano que ya sumaban 24,3 millones por variación cambiaria; 19,6 millones por comisiones y 4,7 millones por intereses. Terminó devolviendo 351,5 millones, pero pudo zafarse del FMI.

¿Son mejores los préstamos chinos?

Para completar una visión general del campo financiero internacional, Pérez Pirela presentó una información, nuevamente del portal RT, según la cual un grupo de expertos reveló que los préstamos otorgados por China a países de bajos ingresos contienen términos secretos que le conceden ventajas ocultas al país acreedor.

Los expertos analizaron 100 contratos entre 2000 y 2020 que cubren compromisos de préstamos por un total de 36.600 millones de dólares concedidos a 24 países en desarrollo. Analizaron 100 contratos entre 2000 y 2020 que cubren compromisos de préstamos por una suma total de 36 mil 600 millones de dólares concedidos a 24 países en desarrollo, incluidos Argentina, Ecuador y Venezuela, así como a varios países del África subsahariana”. 

La investigación establece que dichos términos prohíben a los prestatarios reestructurar sus deudas en coordinación con otros prestamistas, lo que amenaza con socavar los esfuerzos de alivio de la deuda de dichos países.

Los investigadores descubrieron que todos los contratos firmados desde 2014 —38 de los 100 analizados— contienen cláusulas de confidencialidad de gran alcance que dificultan que otros acreedores determinen la verdadera situación financiera del prestatario. Esto significa que los ciudadanos de los países prestamistas y prestatarios no pueden responsabilizar a sus Gobiernos por las deudas secretas, advierten los autores del informe,

Los contratos ejercen influencia sobre las políticas internas y externas de los países prestatarios, por ejemplo, a través de cláusulas de incumplimiento cruzado activadas por cualquier acción considerada adversa para los intereses de «una entidad de la República Popular China», o mediante otros términos que dan derecho al prestamista a un reembolso inmediato si se interrumpen las relaciones diplomáticas del país deudor con Pekín.

El 30% de los 100 contratos examinados requieren que el prestatario soberano mantenga una cuenta bancaria especial como garantía para el pago de la deuda, generalmente con un banco «aceptable para el prestamista».

El habitual contertulio Diógenes alertó que este tipo de informes suelen ser maniobras de la banca acreedora estadounidense y de los propios organismos multilaterales para desprestigiar los empréstitos chinos, que en realidad tienen condiciones muy favorables. Invitó, en este sentido, a leer las opiniones de Yanis Varoufakis, exministro de Finanzas de Grecia.

Como gran conclusión del recorrido realizado, Pérez Pirela enfatizó que, de acuerdo a muchos signos, al salir de la pandemia sanitaria, América Latina se encontrará en una especie de pandemia financiera, con muchos de sus países obligados a cumplir compromisos con el FMI para honrar las deudas adquiridas.

(LaIguana.TV)