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La periodista venezolana Madelein García, durante un trabajo de investigación en el que explica el trasfondo que envuelve el embargo ejecutivo llevado a cabo contra el diario “El Nacional”, ofreció detalles acerca de la política de agresión contra líderes de la Revolución Bolivariana y la respuesta de la justicia venezolana.

A través de su cuenta de Twitter señaló que “Nicolás Maduro, heredó el expediente de narcotráfico, creado por Estados Unidos en contra del Comandante Hugo Chávez Frías”, y acompañó la publicación de un material audiovisual. García destaca cómo desde el gobierno de Estado Unidos se ha preparado una matriz de opinión en contra de los líderes de la Revolución Bolivariana, una política de violencia y desestabilización cuyo fin es quebrantar a la nación, pretendiendo involucrarlos con mafias de narcotráfico.

El principal país consumidor de cocaína del mundo, en marzo de 2020 denunció por narcotráfico al presidente venezolano Nicolás Maduro, al presidente de la Asamblea Nacional Constituyente Diosdado Cabello, al ministro del Poder Popular de Petróleo Tareck El Aissami, al ministro de Defensa Vladimir Padrino López y al presidente del TSJ Maikel Moreno. Sin embargo, debido a la falta de pruebas sólidas, fiscales del Departamento de Justicia gringos, apelaron a crear noticias falsas, atacando comunicacionalmente desde Estados Unidos y Europa a Venezuela, creando el mito del “Cartel de los Soles”.

Según dicha instancia, “desde al menos 1999, Maduro Moros, Cabello Rondón, Carvajal Barrios y Alcalá Cordones actuaron como líderes y gerentes de Cartel de los Soles (…) para facilitar la importación de toneladas de cocaína a los Estados Unidos. El Cártel de los Soles buscó no solo enriquecer a sus miembros y mejorar su poder, sino también inundar a los Estados Unidos con cocaína e infligir los efectos nocivos y adictivos de la droga en los usuarios de los Estados Unidos”.

Sin embargo, cabe recordar que desde el año 2005, cuando el líder de la Revolución Bolivariana Hugo Chávez expulsó a la Administración Federal de Drogas (DEA) del país, alegando que el organismo apoyaba el narcotráfico en Venezuela en lugar de combatirlo, además de generar inestabilidad al Gobierno venezolano, han sido varios los golpes al narcotráfico que se han suscitado en Venezuela, hasta la fecha. Quedando en evidencia que las denuncias realizadas por el primer mandatario en aquel entonces, eran ciertas.

Cuando la DEA operaba en Venezuela solo decomisó 43 toneladas de droga en promedio al año, mientras que después de su expulsión del país en 2005, el gobierno venezolano logró duplicar las cifras de incautación de distintas drogas en el territorio nacional, según declaraciones en 2017 del entonces vicepresidente venezolano, Tareck El Aissami.

Incluso informes de la ONU de los años 2008, 2009, 2010 y 2011, destacan a Venezuela como uno de los primeros países del mundo en la lucha contra el narcotráfico. Mientras que Colombia en el 2018 rompió récords en producción y exportación de cocaína hacia Estados Unidos.

El Departamento de Justicia norteamericano ha insistido en responsabilizar a Venezuela de la inundación de cocaína en su país, cuando según informes de su propia agencia antidroga el aumento en el consumo de esta sustancia en millones de gringos radica en la descontrolada producción de cocaína colombiana.

Quedando demostrado además que Venezuela tampoco es un país de tránsito de cocaína hacia Estados Unidos, ya que según un reporte difundido en 2020 del centro de estudios de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés) concluyó que:

“Alrededor del 90% de toda la cocaína con destino a los Estados Unidos se trafica a través de las rutas del Caribe Occidental y el Pacífico Oriental, no a través de los mares del Caribe Oriental de Venezuela”.

(LaIguana.TV)