La política de sanciones implementadas por el anterior régimen gringo —presidido por Donald Trump— contra Venezuela, a partir de las protestas y actos terroristas promovidos por la ultraderecha nacional en el año 2017 para derrocar el gobierno del presidente de la República, Nicolás Maduro, habrían fortalecido el liderazgo y la estabilidad en el poder del actual líder de la Revolución Bolivariana.

De acuerdo con el medio estadounidense Foreign Policy, las medidas de Trump, contrario a acelerar una transición política en nuestro país al estrangular financieramente al gobierno venezolano, lo único que lograron fue que la administración de Maduro se consolidara y se viera más fuerte que nunca.

“Las sanciones no solo no lograron producir un cambio de régimen, sino que también parecían haber coincidido con una profundización del poder de Maduro”, resalta el medio.

La razón de esto, según Foreign Policy, radica en lo siguiente:

Trump creyó que su política de “máxima presión” contra el gobierno de Maduro, con el fin de lograr un cambio de gobierno en Venezuela, haría que el mandatario venezolano “perdiera el control sobre grupos de interés clave, desde actores nacionales, como la élite empresarial y militar venezolana, hasta aliados internacionales como Rusia y China”. Pero los resultados fueron distintos.

“Este es un argumento estándar para las sanciones a pesar de que su validez es muy debatida en los círculos académicos. Sin embargo, la administración Trump creyó ver una ventana de oportunidad para impulsar la democracia en Venezuela, y saltó”, destaca el medio.

En este sentido, la Casa Blanca habría optado por implementar contra nuestro país tres tipos de sanciones:

La primera de ellas, denominadas “sanciones amplias”. Con estas, implementadas a partir del año 2017, Trump prohibió al gobierno venezolano acceder al sistema financiero de Estados Unidos. “Una decisión que generó un conjunto adicional de desafíos financieros para el Estado venezolano”, resalta la publicación.

“En 2019, Trump tomó la decisión de congelar las cuentas bancarias del gobierno venezolano en los Estados Unidos y prohibir a todas las entidades estadounidenses realizar transacciones con el gobierno de Maduro sin la autorización previa de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro”, acota.

El segundo tipo de sanciones se impuso directamente contra la empresa estatal Petróleos de Venezuela S.A. (Pdvsa). Estas iniciaron en enero del año 2019, cuando el Departamento del Tesoro bloqueó el acceso a la filial Citgo. Esto terminó generando que las exportaciones de petróleo de nuestra nación se desplomaran a niveles nunca antes vistos en casi un siglo. 

Finalmente, el tercer tipo de sanciones consistió en las prohibiciones contra individuos. Mediante este mecanismo se congelaron cuentas bancarias y activos de personas y dirigentes vinculados con el gobierno venezolano. 

Foreign Policy destaca que, a pesar de estas medidas, Venezuela pudo reforzar su poder aprendiendo a sortear los ataques de Trump. El gobierno de Maduro aprendió a operar fuera del ámbito del sistema financiero de los Estados Unidos, superando las sanciones comerciales. Igualmente, Venezuela comenzó a vincularse con gobiernos expertos a sortear las sanciones del país norteamericano.

(LaIguana.TV)