El Gobierno de Rusia condenó la injerencia foránea en los asuntos internos de Cuba tras las manifestaciones de este domingo 11 de julio en algunas localidades que La Habana, y las calificó como un intento de desestabilización promovido desde Estados Unidos.

«Consideramos que es inadmisible la injerencia desde el exterior en los asuntos internos del país soberano», indicó la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, en un comunicado.

Zajárova saludó los esfuerzos de Cuba para restablecer el orden público en aras de las intereses de sus ciudadanos dentro del marco de las leyes. La portavoz apostilló que Rusia sigue con atención lo que sucede en el país latinoamericano.

Cuba protagonizó el 11 de julio protestas por el impacto de la crisis económica y la pandemia del COVID-19.

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, viajó el 11 de julio a la ciudad de San Antonio de los Baños, a 36 kilómetros al suroeste de la capital, escenario de la primera manifestación.

Díaz-Canel detalló los planes de grupos opositores dentro de la isla, a los que acusó de estar financiados desde EEUU, y que se han aprovechado de la crisis económica y el rebrote del COVID-19, para incentivar sus acciones desestabilizadoras para provocar el derrocamiento del Gobierno en la isla.

El mandatario reiteró además su llamado al pueblo a enfrentarse a estos elementos desestabilizadores, e imponer la voluntad de la mayoría.

(Sputnik)