Antonio Sanguino, vocero de la bancada del Partido Verde en el Senado de Colombia, informó que el venidero lunes la Cámara Alta instalará una mesa de trabajo en Cúcuta, departamento de Norte de Santander, para evaluar el impacto de la reapertura del paso fronterizo del Puente Internacional Simón Bolívar decretado por Venezuela.

El parlamentario detalló a la cadena Unión Radio que la mesa estará presidida por él y por su colega del Partido Liberal Andrés Cristo y también participarán la Cancillería, Migración Colombia, la alcaldía de Cúcuta, empresarios y representantes de las universidades y también pretende «conocer cuáles son las decisiones que el gobierno colombiano ha adoptado como respuesta a esa decisión».

Sanguino puntualizó que si bien este esfuerzo no se deriva de la Proposición Nº34 aprobada el pasado martes en la plenaria del Senado, sí la complementa.

De otra parte, frente a la negativa del Ejecutivo colombiano para avanzar en la restitución de las relaciones comerciales y consulares con Venezuela, el senador apuntó que si bien es cierto que la Constitución otorga al presidente Iván Duque y a su cancillera «la responsabilidad de la conducción de las relaciones internacionales del Estado colombiano», el mandatario y su gobierno deberían respaldar la propuesta «y permitir el espacio para que los dos Congresos trabajen en una agenda común».

En su juicio, visto que la Asamblea Nacional de Venezuela acogió de buen modo la propuesta colombiana ya trabaja en esa dirección, el papel de Gómez sería dialogar con el presidente del Parlamento venezolano –Jorge Rodríguez– «para (…) habilitar una comisión binacional como la que se aprobó».

Al ser consultado sobre si esperaba que la propuesta de constituir una comisión parlamentaria binacional para trabajar en la restitución de las relaciones diplomáticas y económicas entre las dos naciones bolivarianas se cristalizara en el futuro cercano pese a la posición del inquilino de la Casa de Nariño, Sanguino adelantó que desde la Cámara Alta van a «presionar para que se avance» en la normalización y se cumpla lo aprobado por unanimidad el pasado 19 de octubre.

Recuperación económica: la razón de fondo para la normalización

El senador del Partido Verde admitió que la pérdida de beneficios económicos por parte de los empresarios de la zona fronteriza, es una de las razones fundamentales para que Bogotá apueste por una normalización de relaciones económicas y comerciales. 

Según datos referidos por el congresista, antes de que se impusiera lo que calificó de «estupidez diplomática», la balanza comercial binacional ascendía a 6.000 millones de dólares, de los cuales 80% correspondía a exportaciones de Colombia hacia Venezuela. «Hoy esa balanza no llega a 200.000 dólares», precisó.

«Eso, por supuesto, afecta las economías fronterizas de ambos países. La reactivación económica del área fronteriza de Venezuela y del área fronteriza de Colombia, del área metropolitana de Cúcuta y de toda la línea fronteriza, no es posible concebirla sin la normalización de las relaciones económicas y comerciales.  Los que más están perdiendo no solo son los ciudadanos, sino los empresarios de lado y lado de la frontera», alegó al respecto.

Desde su punto de vista, no hay motivo para que Colombia y Venezuela hayan prescindido de sus relaciones económicas y comerciales, pues aún entre naciones que tienen tratos cuando menos difíciles, como es el caso de Cuba y Estados Unidos, el comercio no se ha interrumpido.

«En los momentos más duros, a pesar de un bloqueo económico, a pesar de la Guerra Fría y el enfrentamiento entre Cuba y Estados Unidos, siempre se ha mantenido una oficina de negocios de Estados Unidos en La Habana y una oficina de negocios en Estados Unidos, así que lo que estamos viendo es una expresión de oscurantismo muy pocas veces visto en la historia de nuestras relaciones binacionales», detalló.

La migración: realidad que hermana a las dos naciones

Para Sanguino, el flujo migratorio binacional –tanto de Venezuela hacia Colombia, como de Colombia hacia Venezuela– es una situación común que solamente puede ser atendida con políticas conjuntas.

«El fenómeno migratorio reciente, que se ha constituido en un enorme desafío para Colombia y para Venezuela, requiere una atención conjunta, una atención coordinada, una atención mancomunada de las dos naciones, con el apoyo de la comunidad internacional, así que incluso para ellos se requiere normalizar las relaciones consulares», refirió.

A esto suma que «hay una población flotante en la línea fronteriza, se habla de entre tres y cinco millones de colombianos y venezolanos que transitan el territorio binacional», así como «comunidades binacionales», como las que constituyen las naciones wayú y yukpa.

Así las cosas, dijo para finalizar, hay población colombiana en Venezuela y población venezolana en Colombia «que requiere atención consular para (…) necesidades cotidianas y permanentes. Por eso también es importante avanzar en la normalización de estas relaciones».

(LaIguana.TV)