El 24 de septiembre de 2014, el jefe de Estado venezolano, Nicolás Maduro, planteó ante la Asamblea General Naciones Unidas (ONU) establecer una coalición universal, que la integren naciones árabes, con el propósito de vencer al grupo extremista Estado Islámico que han germinado en la región del Oriente Medio.

 

“Nosotros creemos que en vez de estar bombardeando y bombardeando, con una lógica demencial (…) hay que hacer una alianza de paz, contra el terrorismo respetando la soberanía de las naciones, con el concurso de sus gobiernos, de sus pueblos y de las fuerzas armadas, derrotará al Estado Islámico y otras fuerzas que han surgido como un monstruo amamantado por el propio occidente”, fueron las palabras del Presidente durante la sesión internacional.

 

Asimismo, el Primer Mandatario objetó las estrategias empleadas occidente; las cuales pretenden detener la embestida del EI, por consiguiente indicó que no existirá “otra manera de derrotarlo con bombas que matan sobre todo a los inocentes y nunca matan a los grupos armados”.

 

Igualmente solicitó citar a las administraciones soberanas de Irán, Irak, Siria, Líbano, Jordania, de Egipto y de todo ese territorio, a fin de crear una maniobra que integre asuntos tales como: políticos, militares, culturales y comunicacionales; que también tengan el respaldo del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

 

El gobernante de la nación suramericana, de la misma manera exhortó a Estados Unidos y de forma específica, a Barack Obama, a que acoja la proposición.

 

Para ilustrar la ineficaz táctica de occidente, personificado en la OTAN, de pretender combatir al terrorismo con más violencia, Maduro exhibió ante los estados del mundo la ruina de Libia y cómo las fracciones extremistas se han apoderaron de esa patria de África.

 

(LaIguana.TV)

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