Este lunes, representantes legales del exalcalde de Barranquilla y miembro del clan político-empresarial Char, Alejandro (Álex) Char, anunciaron que el político demandará a la excongresista colombiana Aída Merlano por falso testimonio, recoge Semana.

Merlano –quien escapó de Colombia tras haber sido condenada en 2019 por compra de votos y actualmente está bajo custodia del Estado venezolano por la comisión de otros delitos– brindó declaraciones vía telemática ante la Corte Suprema de Justicia de su país el pasado 4 de febrero, en el marco de la investigación que se le sigue al senador Arturo Char, hermano de Alejandro, por compra de votos en las elecciones legislativas de 2018.

La expolítica ratificó una versión que ofreciera en el Palacio de Justicia de Venezuela un par de años atrás: su evasión fue planeada y financiada por dos importantes clanes de la costa colombiana: los Char y los Gerlein. El propósito, insistió, habría sido asesinarla.

«Mi fuga fue organizada por los Gerlein y Char con el único propósito de asesinarme, una vez me sacaran de la institución donde yo estaba recluida (…) No solamente estas dos casas políticas importantes de la región Caribe quieren asesinarme, sino también el presidente Iván Duque para cuidar las espaldas de su jefe Uribe«, sostuvo en febrero de 2020 ante la justicia de Venezuela, en una intervención que fue filmada por las cámaras de televisión.

El pasado viernes aportó detalles adicionales ante las autoridades de su país de cómo se habría establecido el contacto para echar a andar el plan que derivó en un escape calificado como «de película».

«Cuando a mí me hacen la videollamada para explicarme cómo era el plan de fuga yo vi la cara de Arturo [Char] y de Fuad [Char]. Y quien me hizo la llamada inicial fue Julio Gerlein hijo», relató.

En su decir, un sujeto que respondía al nombre de «Salvador» habría sido contratado por los Char, tanto para concretar su escape de la prisión El Buen Pastor de Bogotá, donde purgaba sentencia, como para asesinarla.

«Él me dijo [‘Salvador’] –hasta ese momento porque yo no soy amiga de ese señor– que ellos no le habían pagado la fuga y que se la iban a pagar si me mataban. O sea, ellos le daban a él 1.500 millones de pesos –unos 380.000 dólares– si me mataban y si entregaba muestras de que yo estuviera muerta y enterrada», afirmó la exsenadora.

La extensa imbricación de Aida Merlano con el clan Char

En otra vuelta del caso, Semana divulgó el viernes fotografías de Aída Merlano con el exalcalde Álex Char, que dan cuenta de una relación amorosa entre ambos mientras él era burgomaestre de Barranquilla por el partido Cambio Radical (ligado al expresidente Juan Manuel Santos) y ella aspiraba al Senado por el Partido Conservador.

Merlano lo acusó directamente de participar, junto a su hermano Arturo, hoy en la mira de la justicia, en la operación de compra de votos de 2018 por la que solamente ella fue acusada y sentenciada.

Y aunque Álex Char reconoció el romance –que ha sido ampliamente explotado por la prensa colombiana–, negó categóricamente la segunda especie.

«¿Cómo voy a financiar una campaña? Primero, yo era alcalde de Barranquilla en el año 2018. Y ¿cómo yo voy a financiar campañas de otro partido, del Partido Conservador? Eso sería una locura de parte nuestra», dijo a los medios.

Sin embargo, el portal La Silla Vacía afirma que tiene en su poder, «desde el año 2017, el acuerdo político que el clan Char –que lidera Álex Char junto a su padre, el exsenador Fuad Char– hizo con el empresario Julio Gerlein y con Aída Merlano, para ir juntos en las elecciones legislativas de 2018, en las que está probado que ella incurrió en compra masiva de votos».

Fuad es el patriarca del clan político-empresarial y sus nexos con las altas esferas del poder político en Bogotá se rastrean a la década de 1980 e incluyen a todos los presidentes colombianos, con excepción del conservador Andrés Pastrana (1998-2002).

En el pacto, del que también participó Julio Gerlein, expareja de Merlano y padre de su hija, se apalancó a la política para sustituir en su banca del Senado a Roberto Gerlein, hermano de Julio, quien la había ocupado por 44 años consecutivos y se vio forzado a retirarse por problemas de salud.

Más precisamente, «el pacto consistió en lanzar a Merlano al Senado por el Partido Conservador, pero sin fórmula a la Cámara en el Atlántico por ese partido para que informalmente (por debajo de la mesa para no incurrir en doble militancia) ella le pusiera votos a la candidata de Cambio Radical a la Cámara: Lilibeth Llinás, hermana del entonces diputado charista Adalberto Llinás», detalla La Silla Vacía.

En la práctica, puntualiza esta fuente periodística, Lilibeth Llinás no votaría por Aída Merlano y favorecería a Arturo Char, mientras que Merlano sería respaldada logística y financieramente el día de la elección por los Char.

En febrero de 2020, ya detenida en Venezuela, la excongresista colombiana declaró a Semana que Álex Char la había «enamorado» y le había obsequiado «detalles costosos», pero indicó que estaba consciente de que sus avances eran «un engaño», pues el político solamente «quiere ser dueño de toda Colombia».

De otro lado, según una pesquisa publicada por el portal de periodismo de datos abiertos La Tabla en septiembre de 2021, gracias a su cercanía con el Palacio de Nariño, el todopoderoso clan habría puesto en la mira a Monómeros, usando como vocero a César Augusto Lorduy Maldonado, compañero de fórmula de Arturo Char al Congreso.

En declaraciones públicas, Loudry instó al gobierno Iván Duque a «proteger» Monómeros, ante las intenciones del gobierno del presidente Nicolás Maduro para recuperarla.

«No hay que obviar lo publicado por medios colombianos: el de los Char es uno de los grandes grupos económicos y políticos del país. Siguen teniendo un poder creciente por lo que pensar en la presidencia de la República no les resulta descabellado. ¿Será Monómeros un trofeo?», advertía entonces el medio venezolano.

(LaIguana.TV)