La capacidad de la Unión Europea (UE) para imponer sanciones a Rusia está casi agotada, no quedan muchas opciones en este ámbito, admitió el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell. En sus palabras, ahora la comunidad política debe prestar más atención a los suministros de armas de Ucrania, incluso armamento más pesado en el futuro.

En una entrevista exclusiva con Euractiv, a Josep Borrell le preguntaron sobre qué próximas medidas podría tomar el bloque en respuesta a la operación especial rusa.

«No queda mucho por hacer en materia de sanciones (…) sería extraño que, un año después de la escalada del conflicto ucraniano, quedaran muchas opciones. Nos estamos acercando a los últimos peldaños de la escalera», declaró.

Además, señaló que las decisiones sobre las acciones en el campo de batalla deben ser tomadas por Ucrania mientras que es tarea de Europa ayudarla con armas y equipos. Afirmó que la UE tiene capacidad financiera para ayudar a Kiev, que debe convertirse en capacidades militares y aplicarse en combate.

El 8 de marzo, aseguró que la comunidad política puede suministrar las municiones a Kiev directamente desde los almacenes europeos. Para implementarlo, precisó, el bloque puede gastar más de 1.000 millones de euros.

El Fondo Monetario Internacional (FMI), que en la segunda mitad de 2022 preveía una contracción de la economía rusa del 2,3% en 2023, revisó sus previsiones en principios de 2023 y aseguró que la economía rusa crecerá un 0,3% en 2023 y un 2,1% en 2024 en lugar de caer, a pesar de las sanciones occidentales sin precedentes.

A su vez, Moscú declaró en repetidas ocasiones que el país euroasiático hará frente a la presión de las sanciones que Occidente empezó a imponer contra Rusia hace varios años y sigue intensificando. El presidente ruso, Vladímir Putin, afirmó que la política de contención y debilitamiento de Rusia es una estrategia a largo plazo de Occidente y que las restricciones han supuesto un duro golpe para toda la economía mundial. En sus palabras, las sanciones contra Rusia perjudican más a aquellos que las imponen.

(Sputnik)