Este fin de semana, en la revista Lengua, se publicó un avance de En agosto nos vemos, la novela inédita de Gabriel García Márquez y que verá la luz este 6 de marzo a nivel internacional (el mismo día en que el colombiano hubiese cumplido 97 años). Al menos, lo que se lee en las líneas de adelanto, es la historia de una mujer de mediana edad, Ana Magdalena Bach, quien vuelve a su pueblo para visitar la tumba de su madre, como lo hace sagradamente cada 16 de agosto. Como todo en Gabo, el viaje tiene algo de obsesivo.

Como ocurre en la mayoría de los libros póstumos, con el correr del tiempo se han conocido detalles reveladores, como, por ejemplo, de que el oriundo de Aracataca dudaba si publicarlo o no. Lo consignó una nota del matutino español El País, que revisó los papeles del escritor que se guardan en el Harry Ransom Center, de la Universidad de Austin, Texas. En uno de ellos, hay una anotación que “Gabo” le hizo a Carmen Balcells, su agente: “Este libro no sirve. Hay que destruirlo”.

Con un cáncer linfático a cuestas (detectado en 1999), Márquez trabajó en En agosto nos vemos durante 2004. Ese mismo año, publicó su última novela en vida, Memoria de mis putas tristes (2004), que causó controversia al relatar el romance de un anciano de 90 años con una chica preadolescente. Algo muy de Gabo, por cierto, de romper las convenciones sobre las relaciones de pareja. Dos años antes, publicó sus memorias, Vivir para contarla (2002).

Tras su muerte, en 2014, fueron sus hijos y herederos, Rodrigo García y Gonzalo García Barcha, quienes comenzaron el trabajo de revisar los papeles del escritor, y se toparon con esta novela, terminada, pero que su padre no publicó en vida. Después de revisarla y leerla, concluyeron que merecía ser publicada. “Aquel fue su último esfuerzo contra el desvanecimiento de sus recuerdos”, explicó Rodrigo a El País. Esto porque hacia sus años finales, el Nobel estaba experimentando demencia senil, y comenzó a perder su capacidad de memoria. De hecho, en 2012, su hermano Jaime García Márquez sostuvo en un encuentro en el Museo de la Inquisición de Cartagena de Indias, afirmó que la quimioterapia recibida provocó que el autor desarrollara demencia senil, enfermedad presente en su genealogía.

De hecho, el autor británico-estadounidense Salman Rushdie (Los versos satánicos) comentó durante la inauguración de la edición 2023 del festival Kosmopolis. “Me preocupa mucho que se haya autorizado la publicación del manuscrito, que quizá no le hará justicia”.

Pero Rodrigo García despeja las dudas: “Trabajó intensamente en ella. Y luego, a medida que se le olvidaban las cosas, se olvidó también de ese libro. Mi teoría es que cuando dijo que no funcionaba había perdido la capacidad para juzgarlo. No está tan pulido como sus otras novelas, pero tampoco es un desastre que no se entienda. Yo creo que era él quien ya no entendía nada”.

Por ello, es que la dupla recurrió al editor español Cristóbal Pera, que trabajó con el escritor en su autobiografía. Pera fue cotejando el texto con todas las correcciones hechas en rojo con la letra endiablada del García Márquez septuagenario. “No tenía que añadir nada, eso no hace falta ni decirlo, sino tratar de entender cuál era la versión más cercana a la final. Hacer el trabajo del editor como si estuviera a su lado, siguiendo sus notas”, aclaró a El País.

Según García Barcha, otro argumento que los decidió a publicar la novela es que con En agosto nos vemos completaría la trilogía “sobre el amor en la edad madura”, de la que forman parte Del amor y otros demonios (1994) y Memoria de mis putas tristes. “También por eso quisimos publicarla…porque creo que cierra muy bien ese tríptico en clave feminista. Por su punto de vista, el de una mujer, nos pareció que iba a ensanchar el mundo de Gabo para sus lectores, y sobre todo para sus lectoras”.

En el prólogo de la obra aparecen palabras de la familia, que hacen alusión a la decisión de lanzar esta novela: “Tiene muchísimos y muy disfrutables méritos y nada que impida gozar de lo más sobresaliente de la obra de Gabo: su capacidad de invención, la poesía del lenguaje, la narrativa cautivadora, su entendimiento del ser humano y su cariño por sus vivencias y sus desventuras, sobre todo en el amor”.

En ese sentido, Maribel Luque, directora de la Agencia Balcells, expresó en un comunicado: “(En agosto nos vemos) es una exploración de la feminidad, la sexualidad y el deseo, absolutamente cautivadora y moderna. Un magnífico broche de oro al legado del autor”.

Consultados por Culto, en Penguin Random House Chile confirman que En agosto nos vemos llega este miércoles 6 de marzo a Chile.

(La República)


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