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El 14 de junio de 1940, la 87ª división del 18º Ejército Alemán nazi, al mando del general von Küchler, entró con sus tanques a París para ocupar la ciudad. La capital de Francia no sería liberada hasta la entrada de los aliados en la ciudad francesa en agosto de 1944.

Por esa época numerosos artistas y políticos españoles vivían en París tras exiliarse de España. Jorge Semprún (escritor y político español), era uno de ellos. Entonces un escolar con casi 17 años en la capital francesa, participó en una marcha que intentó llegar a la tumba al Soldado Desconocido en el Arco de Triunfo que conmemora el aniversario de la victoria de Francia en la Primera Guerra Mundial, pero los soldados alemanes dispersaron a los manifestantes. Semprún escapó por el metro y más tarde combatió entre los partisanos de la Resistencia, como muchos otros españoles refugiados en Francia después de la Guerra Civil, hasta su detención en 1943 y posterior deportación al campo de concentración de Buchenwald.

 

Otros españoles, como Pablo Picasso y Pau Casals, se quedaron en Francia en vez de buscar refugio en otro país tras la entrada nazi en el país. Picasso, conocido antifascista, intentó mantener un bajo perfil en París (daba refugio a algunas personas) y Casals daba conciertos hasta 1942 en la parte no ocupada por los alemanes en el sur de Francia.

 

Cuentan que un oficial nazi asaltó el piso parisino de Picasso y, al ver una fotografía de Guernica, preguntó al artista si lo había hecho él. “No, ustedes lo hicieron”, respondió Picasso.

 

Conversación atribuida a Picasso y un oficial de la Gestapo.

Según reproduce Huffington Post, en un artículo acerca del 78º aniversario del bombardeo de Guernica, puede que la historia no sea cierta al cien por cien. Pero según el diario:

 

La historia cuenta que Picasso se quedó en París durante la ocupación nazi en la Segunda Guerra Mundial. En esa época, la Gestapo hizo una redada en su apartamento, posiblemente porque se rumoreaba que ayudaba a la Resistencia. Y ahí fue cuando el oficial nazi vio asqueado la imagen de Guernica en la pared de Picasso y mantuvieron ese curioso diálogo.
Hay otra leyenda que cuenta que los nazis le ofrecieron carbón a Picasso para caldear su apartamento, a lo que el pintor respondió: “Un español nunca tiene frío”.

 

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(muhimu.es)