Marlyn Carrero vive en San Cristóbal, estado Táchira, es la madre de Anabella Botina Carrero, una pequeña que al momento de nacer no tuvo ninguna complicación. Sin embargo, a las pocas horas tuvo una insuficiencia respiratoria que la mantuvo recluida en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) durante 3 meses, además, en ese tiempo sufrió de meningitis.

 

Hoy presenta encefalopatía hipóxica, síndrome de epilepsia y displasia broncopulmonar, enfermedades que hasta hace dos años y medio le provocaban en promedio unas 100 convulsiones diarias. Desde ese tiempo para acá, la señora Carrero ha decidido utilizar el cannabis como medicina alternativa.

 

Contó al equipo de Frontera Viva que, junto con otras mamás, compra el medicamento en Bogotá- Colombia. Hace de todo para poder cubrir el elevado costo de la medicina, y es por eso que le pide al Gobierno venezolano adelantar las investigaciones sobre esta yerba para poder adquirirlo en el país.

 

“Pedimos al gobierno que este medicamento sea aprobado nacionalmente. Si es necesario que se estudie, que se realicen las pruebas, para que comprueben que sí funciona. Creo en este medicamento, soy fiel testimonio de la mejoría de mi hija, no puedo decir que ha dejado de convulsionar, pero la frecuencia y la cantidad se han reducido”, comenta. Ahora su hija tiene una mejor calidad de vida, asegura, con días en que solo puede tener entre 3 y 4 convulsiones de baja intensidad.

 

(LaIguana.TV)