Minutos después de que el presidente de Perú, Martín Vizcarra, resolviera la disolución del Congreso de la República, el Parlamento comenzó a discutir la vacancia en el cargo del mandatario ante la «incapacidad moral».

 

El anuncio de Vizcarra llegó después de que el Congreso eligió a un nuevo miembro del Tribunal Constitucional (TC) sin debatir el recurso constitucional presentado por el mandatario con el objetivo de intentar frenar ese proceso.

 

La cuestión de confianza proponía la modificación del proceso de elección de candidatos al TC, bajo el argumento de que, de lo contrario, no se realizaría de manera transparente. Vizcarra argumentaba que ante la mayoría opositora, ya que el fujimorismo tiene mayoría absoluta, en esa elección del Tribunal Constitucional los parlamentarios buscarían designar a magistrados «que respondan a sus intereses, que no son los intereses de la nación».

 

(RT)