Por lo menos hasta donde se conoce, el grupo del diputado Juan Guaidó, autoproclamado presidente de Venezuela hace cerca de 10 meses, ha recibido 567 millones de dólares de Estados Unidos para financiar su aventura golpista.

 

Varios países europeos le habían prometido otros 99 millones de dólares y 6,5 millones de libras esterlinas, que no se sabe si finalmente ya fueron otorgados y recibidos.

 

El pasado 24 de septiembre el gobierno de Donald Trump anunció una ayuda financiera al presidente de la Asamblea Nacional por un monto de 52 millones de bolívares.

 

Trascendió que la “ayuda” incluía 19 millones de dólares para que las fuerzas de Guaidó “dispongan de comunicaciones seguras, dinero para gastos de viaje, capacitación en la preparación de presupuestos y otras herramientas que las preparen para gobernar si logran desplazar a Maduro del poder”.

 

El paquete de 52 millones de dólares fue anunciado por el director de la Agencia para el Desarrollo Internacional (Usaid), Mark Green, tras una reunión con el delegado de Guaidó, Carlos Vecchio.

 

Quince días después (el 8 de octubre) se anunció otro aporte monetario, esta vez por 98 millones de dólares, “para apoyar la lucha venezolana por la libertad y la reconstrucción del país”.

 

Este desembolso, o acuerdo como los gringos lo llaman, fue firmado también por el administrador de la Usaid y Carlos Vecchio.

 

En esa ocasión se hizo público que ya Estados Unidos había realizado otro desembolso millonario por 470 milones, presuntamente en ayuda humanitaria.

 

Se especificó que estos recursos serían para “el apoyo de los derechos humanos, la sociedad civil y los medios independientes.

 

Green destacó la importancia de “mantener una ciudadanía fortalecida con reconocimiento, coraje, resistencia y fortaleza en la lucha por el restablecimiento de la libertad y la democracia en Venezuela”.

 

Un día después, el 9 de octubre, Guaidó aseguró que el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) tenía una propuesta de financiamiento por 400 millones de dólares. Afortunadamente ese mismo día el banco desmintió la especie a través de un comunicado.

 

Guaidó comenzó a pedir plata casi desde el mismo momento en que se autoproclamó presidente de Venezuela.

 

El 24 de enero solicitó a Estados Unidos Unidos ayuda humanitaria para Venezuela y en esa ocasión Mike Pompeo, secretario de Estado estadounidense, se comprometió en otorgarle 20 millones de dólares.

 

Igual petición hizo a las Naciones Unidas, pero el organismo multilateral lo puso en su puesto “porque la institución consideró que la solicitud debería provenir del gobierno bolivariano”.

 

Guaidó continuó solicitando ayuda a los países que lo habían reconocido como presidente interino, varios de los cuales se comprometieron en darle altas sumas de dinero.

 

Hasta el momento no se sabe si efectivamente le dieron las ayudas prometidas y menos aún se conoce el destino de las mismas, en caso de que se hayan hecho efectivas.

 

Canadá prometió 53 millones de dólares canadienses en ayuda humanitaria, mientras que otros países como Alemania, Suecia, Argentina, Chile, Colombia, Puerto Rico y la Comisión Europea también prometieron mandar ayuda humanitaria.

 

En ese contexto, y mientras se organizaba la supuesta ayuda humanitaria, el empresario y filántropo Richard Branson anunció la organización de un concierto benéfico para el día 22 de febrero de 2019 con el nombre de Música por Venezuela: Ayuda y Libertad.

 

El concierto tenía como objetivo recaudar fondos por 100 millones de dólares para la ayuda humanitaria. El dinero recaudado no se conoce a ciencia cierta en qué fue invertido, pues nadie rindió cuentas.

 

En el mes de junio el medio digital Panampost acusó a dos delegados de Guaidó en Colombia por supuestamente “malversar fondos relacionados a la ayuda humanitaria y la manutención de los militares en Cúcuta”.

 

Tras quedar al descubierto, Guaidó solicitó a la Fiscalía de Colombia la apertura de una investigación exhautiva, la cual, por supuesto, nunca se realizó o, al menos, nunca se anunciaron los resultados.

 

Otros países que ofrecieron ayuda monetaria fueron Alemania, que destinó 5 millones de euros para la ayuda humanitaria; Canadá ofreció otros 39 millones de dólares estadounidenses.

 

España dijo que colaboraría con 2 millones de euros, a través de la Oficina de Acción Humanitaria de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

 

El gobierno italiano acordó el envío de dos millones de euros, mientras que el Reino Unido indicó que inicialmente destinara 6.5 millones de libras esterlinas en paquetes de asistencia de emergencia.

 

Suecia, por su parte, destino 53 millones de coronas suecas (alrededor de 7 millones de dólares estadounidenses) para la ayuda, al tiempo que Taiwán asignó 500 mil dólares.

 

El monto de 567 millones de dólares no incluye recursos tomados de las empresas y otros activos que han sido puestos bajo la administración de su supuesto gobierno, como la petrolera Citgo en EEUU o la petroquímica Monómeros en Colombia. Así como tampoco aportes de corporaciones o empresas privadas.

 

(LaTabla)