Este viernes 6 de diciembre, la Policía de Brasil mediante un operativo desarticuló en la frontera entre Venezuela y Brasil, una banda que traficaba oro y era integrada por personas de ambas nacionalidades, el mineral era sacado clandestinamente de minas venezolanas.
La información fue suministrada por la periodista Pableysa Ostos y el diario La Razón, en su versión digital. Al parecer, la banda, en los últimos tres años, logró negociar 1,2 toneladas del metal precioso, evaluadas en 230 millones de reales, lo que equivale a 55 millones de dólares, según fuente policial.
El operativo que desarmó la pandilla está investigando, a tres venezolanos, quienes al parecer son los cabecillas. Entre los detenidos está Roberto Espejo, Marcos Flores, quien logró huir y siguen la pista de Andrés Fernández, alias Toñito, quien es solicitado por la justicia venezolana, según Ostos por la red social Instagram.
El operación movilizó a más de 150 agentes en cuatro estados amazónicos, Amazonas, Rio Grande do Norte, Rondonia y Roraima y en Sao Paulo, donde cumplieron 17 órdenes de prisión preventiva y 5 de prisión temporaria, precisó en un comunicado la Policía federal de Roraima, limítrofe con Venezuela.
La banda contaba con la complicidad de funcionarios públicos brasileños, que hacían falsos certificados de legalidad. Entre los sospechosos figuran un analista de Aduanas, una auditora fiscal y un Fiscal de Roraima, según la Policía Federal.
El decomiso de 130 gramos de oro en el 2017, con un falso certificado en el aeropuerto de Boa Vista, capital de Roraima, activó la alarma de la Policía la cual empezó la indagación del caso.
La empresa que se encargaba de vender el oro robado en Sao Paulo, había sido blanco de otra operación en junio, por compra ilegal del metal en Amapá, un estado limítrofe con la Guayana Francesa.
(LaIguana.TV)