Durante unos escasos 7 días, el mercado global de criptomonedas sufrió una inesperada caída que solo se puede calificar de histórica, pasando de unos 260 mil millones de dólares a poco menos de 127 perdiendo casi cerca de la mitad de su capitalización en un abrir y cerrar de ojos que duró pocas horas y se comió meses de evolución alcista para llevar el marketcap total a niveles observados en abril de 2019.

El mercado tradicional tampoco se salvó. El mercado petrolero tuvo el peor “market crash” en décadas, perdiendo casi un 40% de su valor, y retrocediendo a niveles solo observados durante el peor punto de la crisis petrolera que llegó en 2016.

 

Sin embargo, en medio del baño de sangre que sufrían casi todo el mundo financiero a nivel global hubo un token que no solo se “salvó” de la caída, sino que tuvo quizá el mejor desempeño de su historia: El Petro de Venezuela.

 

El Petro: Nadando contra la corriente

 

Curiosamente, las criptomonedas y el petróleo estaban viviendo una crisis histórica, pero el Petro veía cifras verdes a pesar de ser tanto una criptomoneda como un activo anclado al precio del petróleo.

 

De acuerdo con información de la plataforma venezolana de intercambio de criptomonedas Amberes Coin, durante el 14 de marzo de 2020, el Petro había conseguido una revalorización del 50% respecto a Bitcoin, 20% respecto al Bolívar y casi un 12% respecto al euro.

El volumen de trading, aunque pequeño en términos generales, también presentó un estímulo, moviendo más de 1585 Petros. De hecho, aunque parezca curioso, durante su punto más álgido, el Petro llegó a revalorizarse casi un 60% frente al Bitcoin.

 

Es difícil dar una explicación absoluta a este fenómeno. Para el trader venezolano Alvaro Rubén, la explicación podría estar en la poca liquidez y volumen de trading que tiene el mercado de esta peculiar criptomoneda.

 

“En Amberes (los usuarios, no la plataforma) con un volumen nunca mayor a 300 PTR se impone una tasa distorsionada de la realidad para todo un país. Igual en Cúcuta donde con algunas decenas de miles de dólares se fija la tasa estándar para los millones de personas que usan dólares en Venezuela”.

 

Además, del fenómeno de la poca liquidez, es importante tomar en cuenta el aspecto de la confianza. El token tiene una fórmula en su whitepaper que en teoría debería determinar su valor. Básicamente se promedia el precio en el mercado de varios commodities multiplicándolos por el peso que tienen en el 100% de las reservas y este valor se multiplica a su vez por un “factor de corrección” el cual es libremente determinado por el gobierno venezolano.

Hasta ahora hay más interrogantes que respuestas entre quienes buscan tomarse el trading de Petro en serio: ¿De quien se obtendrán los precios referenciales?, ¿dónde están almacenados los commodities que respaldan el Petro?, ¿cómo se determina el factor de corrección y como se puede controlar esta discrecionalidad?. Estos aspectos no han sido tocados por las autoridades venezolanas, y existe una especie de vacío legal al momento de dar varias explicaciones.

 

Parece que hasta que no se resuelvan estas interrogantes, el Petro seguirá dando sorpresas… Y no necesariamente en el sentido optimista de la palabra.

 

(beincrypto.com)