Según la agencia internacional de noticias Reuters, la República Islámica de Irán estaría evaluando «enviar de dos a tres cargas mensuales en ventas regulares de gasolina» hacia Venezuela, algo que, de ser cierto, desafiaría nuevamente las sanciones que la administración Trump ha impuesto sobre ambos países.

Recientemente, y en el marco de las relaciones de cooperación históricas entre Teherán y Caracas, Irán envió cinco tanqueros con aproximadamente 1,5 millones de barriles de gasolina, así como insumos requeridos para su refinación local y repuestos necesarios para reactivar las refinerías venezolanas, fuertemente afectadas por las medidas coercitivas que atenazan la industria petrolera de Venezuela desde 2018.

En la nota firmada por el periodista Bozorgmehr Sharafedin, aludiendo a «cinco fuentes comerciales e industriales cercanas al Ministerio de Petróleo» de la nación persa, se asevera que el Gobierno de Hasán Rohaní planea continuar con los envíos de combustible al país suramericano.

Asimismo, citando a «un operador iraní familiarizado con la política», Sharafedin escribió que se trata de «una decisión estratégica a largo plazo tomada por el Estado para expandir su influencia».

Por su lado, un portavoz del Departamento de Estado cuyo nombre no fue divulgado y que fuera contactado por Reuters en ocasión del trabajo periodístico, reiteró las amenazas sobre las compañías que decidan comerciar con el Gobierno venezolano, independientemente del tipo de mercancía del que se tratase.

«La comunidad empresarial internacional ya debería ser consciente del riesgo legal de cualquier transacción con el régimen ilegítimo y tiránico de Nicolás Maduro», se cita en el texto de Bozorgmehr Sharafedin aparecido en el portal de Reuters este lunes 15 de mayo.

En lo referente específicamente al comercio de combustible entre Irán y Venezuela, el funcionario habría dicho que «no es de extrañar que el régimen iraní profundamente corrupto y opresivo encuentre un espíritu afín con la brutal cleptocracia de Maduro».

Sin embargo, aunque la agencia destaca que se trata de un acto de solidaridad política, el envío de gasolina desde Irán hacia Venezuela podría obedecer también a la insuficiencia de espacio de almacenamiento de combustible que tiene la República Islámica y la drástica caída de la demanda a consecuencia de la pandemia de Covid-19, habría comprometido todavía más la posibilidad de colocar la gasolina iraní en el mercado, debido a las restricciones comerciales impuestas por el Gobierno de Donald Trump.

Según dos de las fuentes anónimas consultadas por Sharafedin para su nota, «el exceso de oferta de gasolina de Irán equivale a 15 a 20 cargas medianas cada mes. Irán exporta solo cinco cargas al mes a Asia y África. Por lo tanto, Venezuela es la única opción viable».

Este acuerdo comercial entre las naciones sancionadas «podría ayudar a Irán a detener las pérdidas potenciales en la producción debido a que el almacenamiento alcanza su capacidad», indica la agencia, citando al «jefe de una empresa comercializadora de productos petroleros en la república islámica».

De acuerdo con esta fuente, el comercio de combustible entre Caracas y Teherán impediría que Irán tuviera pérdidas aún mayores. «Por cada día que se cierre una refinería, la pérdida será mucho mayor que la exportación de gasolina barata a Venezuela», subrayó.

(LaIguana.TV)