China ha ido desplazando paulatinamente, y a pasos agigantados, a la potencia estadounidense, aun cuando el país norteamericano ha emprendido una feroz guerra comercial. Sin embargo, el líder asiático le está dando grandes lecciones.

«Ya desde el 2017 la administración de Donald Trump había abandonado el acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica e iniciado su guerra comercial contra China y un nacionalismo o proteccionismo de Estado imposible, debido a la interdependencia de sus mercados, cadenas de suministros y a su mayor deuda pública en muchos años, todo esto signó el mandato de Trump, paradójicamente, en contra de la globalización y del libre comercio», refiere el material audiovisual de la sección Entre Líneas del portal LaIguana.TV.

Mientras tanto, China lleva más de dos décadas preparando la más grande infraestructura de capacidad industrial, tecnologías renovables, transporte terrestre y marítimo, sistemas de puertos, la franja y la ruta de China o nueva Ruta de la Seda, junto a lo que pronto será la más grande Armada de Marina Mercante en el mundo, desplegando todos sus buques por mares.

Estas embarcaciones cumplen una función más defensiva y de protección a sus rutas comerciales, que de conquista y preparándose para establecer una hegemonía económica pragmática junto al grupo Brics.

De acuerdo con lo presentado en el video, se habla de un expansionismo basado en la mayor capacidad productiva, tecnología y logística, que de dominación militar y política e injerencista.

China consolida así su perfil como primer socio comercial y acreedor de los países del sur global en Asia, África y Suramérica en 2020.

La nación asiática desplazó la influencia de las entidades internacionales como la ONU, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, todas creadas tras la Segunda Guerra Mundial.

(LaIguana.TV)