La llegada sobrevenida de la COVID-19 produjo un cambio de paradigma dentro del mercado laboral, cuyas dinámicas se han visto aceleradas por una digitalización, que si bien «no se avizoraba tan inmediata», se instaló con mucha más rapidez y menos resistencias que las que se hubieran esperado en otras circunstancias.

En opinión de la investigadora Nailé Manjarrés, forzados por el teletrabajo, «reinventamos nuestras dinámicas y adaptamos nuestros espacios para la actividad laboral, en una sociedad-red mediada por dispositivos electrónicos».

Manjarrés destaca que el mercado de trabajo aprovechó estas circunstancias para diseñar herramientas cimentadas en las tecnologías de la información y la comunicación, «para agilizar (…) los flujos en su esquema de bienes y servicios».

De este modo, el recién concluido 2020 puede evaluarse como un año en el que se ensayó con «la saturación de mensajes de texto, videos compartidos en la intranet, ‘web-binar’, las reuniones en línea, las videollamadas», así como la creación de redes sociales corporativas y plataformas digitales para grupos de trabajo.

(LaIguana.TV)