Los inversores institucionales, mejor conocidos como fondos de cobertura, que se interesan cada vez más por el bitcóin, están obsesionados por promover sus impredecibles oscilaciones de precios, afirma el columnista de Bloomberg Lionel Laurent.

Así, el autor destaca que durante el 2020 esta criptomoneda se negoció entre 5.000 y 40.000 dólares y, de acuerdo con Laurent, «discutir sobre su verdadero valor es como una disputa escolástica sobre ángeles en un alfiler».

El bitcóin no es nada ecológico

La fiebre del oro digital especulativa es bastante explicable teniendo en cuenta el actual entorno pandémico donde la gente aspira al dinero fácil y rápido, enfatiza el experto. Al mismo tiempo, el consumo de energía necesaria para crear la criptomoneda no atrae tanto la atención del público. Sin embargo, debido a la compra de bitcoins, una cartera de inversiones se hace «menos ecológica», expresó anteriormente el estratega jefe de marketing de Barclays Private Bank, Gerald Moser.

Y es que el mining exige mucha potencia computacional para validar transacciones, lo cual conlleva una considerable huella de carbono. Se trata de un indicador ambiental que pretende reflejar la totalidad de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos por efecto directo o indirecto de un individuo, organización, evento o producto.

Así, si se tratara de un país, la huella de carbono de los mineros de bitcoin anualizada ascendería a alrededor de 37 millones de toneladas de dióxido de carbono, lo cual es comparable con Nueva Zelanda. Una transacción de bitcoins generaría el equivalente de CO2 a 706.765 pagos con una tarjeta de crédito, según el índice de Digiconomist.

El consumo de energía anual a la hora de generar bitcoins se estima en alrededor de 77,78 teravatios-hora, frente a 9,6 teravatios-hora en el año 2017, según el Digiconomist. El índice del Centro de Finanzas Alternativas de Cambridge (CCAF, por sus siglas en inglés) indica que se trata de una cifra más alta, concretamente, alrededor de 116,87 teravatios-hora. Actualmente, las computadoras portátiles ordinarias son incapaces de minar bitcoins, y empresas, como Marathon Patent Group Inc., compran decenas de miles de chips especializados para alimentar sus granjas criptográficas, señaló Gerald Moser.

El columnista de Bloomberg cita un estudio que sugiere que casi la mitad de la capacidad minera mundial se encuentra en el suroeste de China, donde la energía es barata, menos gravada con impuestos y suministrada por las plantas de carbón e hidroeléctricas. El CCAF estima que el carbón representa un 38% de la potencia minera. Mientras tanto, en Suecia se estableció un impuesto sobre el carbono de más de 100 euros por tonelada métrica de CO2 (con exenciones). Dentro del régimen de comercio de derechos de emisión de carbono de la Unión Europea (UE) esta tarifa asciende a alrededor de 34 euros por tonelada métrica.

¿Qué opinan los defensores y críticos del bitcoin?

Los defensores del bitcoin afirman que, en general, la minería es «buena», ya que en otro caso toda esta energía se desperdiciaria, afirma Laurent. La ciudad siberiana de Norilsk, por ejemplo, ahora alberga la primera granja criptográfica del Ártico, que está hecha de chatarra. Se mantiene fresca con las temperaturas bajo cero y se alimenta con gas y energía hidroeléctrica barata de la compañía minera MMC Norilsk Nickel PJSC.

Pero estos argumentos no parecen ser serios, considera el columnista. La energía barata generalmente causa otros gastos. Así, el experto recuerda los recientes apagones eléctricos en Irán que fueron atribuidos a la minería. Incluso el experto en el ámbito del mining Ray Dillinger, quien formó parte del movimiento de efectivo digital que generó criptomonedas, anunció recientemente que el bitcoin había desperdiciado enormes recursos de energía.

Además, un artículo del año 2020 de los científicos de la Universidad de la ciudad de Dublín, el Trinity College de Dublín y la Universidad de Southampton reveló que el comercio de criptomonedas parece tener influencia sobre los precios en la electricidad y los servicios públicos.

Los investigadores sugirieron que las alternativas a un impuesto al carbono podrían incluir unos impuestos más directos a la minería, aunque con una alta probabilidad de socavar tales actividades.

Mientras tanto, el 8 de febrero, el precio del bitcóin marcó un nuevo récord histórico al superar los 47.000 dólares.

(sputniknews.com)