El filósofo y comunicador venezolano Miguel Ángel Pérez Pirela, en la más reciente edición de su programa multimedios Desde Donde Sea, se refirió a los enfrentamientos acontecidos a finales del mes de marzo en el estado Apure, entre presuntos disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (Farc-EP) y efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb).

Pérez Pirela, con el fin de despejar cualquier confusión generada por los medios de comunicación privados, mencionó un reporte de la revista Semana de Colombia, en el que, citando fuentes de inteligencia militar del vecino país, se afirma que actualmente existen al menos 36 grupos guerrilleros armados, disidentes, con 5 mil hombres armados operando en la frontera colombovenezolana.

“Las dos más grandes facciones están enfrentadas entre sí por disputas territoriales y el control de los negocios ilegales que se manejan en las zonas fronterizas”, citó el analista. “Una guerra civil”, consideró.

“Caracas acusa a la administración de Duque de haber instalado un corredor de actividades ilegales como el tráfico de personas, la explotación ilegal de minerales y el narcotráfico, con el apoyo del Comando Sur estadounidense y su grupo élite de 7 mil efectivos recientemente creados”, continuó al filósofo, relatando lo expuesto por Semana en su artículo.

“Ya vamos por 12 mil hombres en armas, matándose entre sí en Colombia, y pasando la frontera para traernos su guerra”, señaló Pérez Pirela.

De acuerdo a la revista en cuestión, el caso de Apure es emblemático, precisamente porque en este territorio existe un “eje geográfico estratégico” para la operación de bandas paramilitarizadas y guerrilleras. Según el reporte, los factores en guerra en Colombia han ido con la intención de extender sus estructuras en ese flanco, del lado venezolano.

“Los bandos difusos de la guerra en Colombia históricamente se han camuflado en la porosa frontera binacional, operando simultáneamente en ambos trechos del corredor fronterizo, vulnerando los derechos humanos de la población fronteriza e imponiendo autoridades de facto”, concluye Semana.

“Es por eso que el territorio no se puede dejar ni un instante en manos del grupo del que sea, sean estos guerrilleros, progresistas, de izquierda o marxistas”, recalcó Pérez Pirela. “Eso es un problema de Colombia, no de Venezuela”, enfatizó.

Recordemos que, a finales del mes de marzo, en el municipio José Antonio Páez del estado Apure, se llevaron a cabo una serie de enfrentamientos entre supuestos disidentes de las Farc-EP y efectivos de la Fanb. Los mismos, de acuerdo al gobernador de la referida entidad, Ramón Carrizales, fueron provocados por grupos narcoterroristas apoyados por el Ejecutivo de la vecina nación.

En estos enfrentamientos, ocurridos específicamente en el sector La Coromoto de la parroquia Rafael Urdaneta, fallecieron dos oficiales de la Fanb y un irregular. También fueron capturados 32 sujetos, destruidos 6 campamentos y decomisado armamento, municiones, explosivos, pertrechos de guerra, vehículos y drogas.

Este hecho, de acuerdo al gobierno de Venezuela, forma parte de la escalada de agresión y violencia impulsada por Colombia y los Estados Unidos contra el país. “Todo el que se enfrenta al poder del Estado venezolano, recibirá una respuesta contundente, proporcional y progresiva de acuerdo a la Constitución de la República. Nosotros no permitiremos extranjeros en suelo patrio con armas, los expulsaremos a todos”, declaró el comandante estratégico operacional de la Fanb, Remigio Ceballos.

(LaIguana.TV)