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Mitchelle Blair, de 36 años, se declaró culpable por la muerte de dos de sus hijos y por guardar sus cuerpos en el congelador de su casa en Detroit, Estados Unidos.

 

La mujer le dijo a la jueza que no tenía ningún remordimiento por golpearlos y sofocarlos, además nunca impugnó las alegaciones de haber matado a su hija de 13 años y a su hijo de 9 años.

 

La misma se declaró culpable de homicidio, sin ningún tipo de negociación con los fiscales, declaró que habría aceptado la pena de muerte.

Fue arrestada en marzo, después de que los agentes que llevaban a cabo el desalojo en su departamento, encontraron los cuerpos de sus niños en un congelador.

 

Mitchelle confesó que tenía intención de matar a su hija, Stoni Blair, pero no sabía que el abuso a su hijo, Stephen Berry, sería mortal.

 

«No me arrepiento de nada», dijo Blair a la jueza Dana Hathaway durante una audiencia. «No siento remordimiento por la muerte de esos demonios».

 

Blair enfrenta cadena perpetua sin oportunidad de libertad condicional.

 

«¿Así que ésta es tu forma de imponer castigo?», preguntó la jueza. «Definitivamente», contestó Blair en un tono calmado.

 

Un video reproducido durante la audiencia de este mes mostró a su hijo de 8 años diciéndole a una trabajadora social que fue golpeado con una cuerda y que su hermana de 17 años fue golpeada con un martillo.

 

El estado también quiere quitarles la patria potestad a sus padres, al decir que los hombres rara vez ven a sus hijos y deben miles de dólares en pensión alimenticia.

 

(AFP)

 

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