La temporada de huracanes en el Atlántico podría aumentar a 18 tormentas tropicales con nombre y 9 huracanes, de los cuales 4 serían de categoría mayor debido al «calor anómalo extremo» registrado en la superficie marina, según una actualización de la Universidad Estatal de Colorado (CSU) dada a conocer este jueves.

En teoría, la actividad en la cuenca atlántica se iba a ver influida este año por la aparición del fenómeno meteorológico El Niño, que suele apaciguar las condiciones que dan pie a la formación de huracanes en el Atlántico.

Pero en la actualización de hoy, los científicos del CSU vaticinan una actividad por encima del promedio a causa del aumento de la temperatura del agua, que ayuda a que las ondas tropicales se conviertan en tormentas y huracanes, un fenómeno que puede frenar la influencia de El Niño.

«Actualmente hay anomalías en la temperatura de la superficie del mar (…), con récord de calor en el Atlántico tropical y subtropical», señaló en las redes sociales Philip Klotzbach, responsable del Departamento de Ciencias Atmosféricas de la CSU.

El pronóstico actualizado supone un sensible aumento de las 15 tormentas con nombre, 7 huracanes y 3 huracanes mayores que pronosticó el CSU el 1 de junio pasado.

Los meteorólogos advierten de que «hay más incertidumbre de lo normal con este pronóstico debido a las señales contradictorias presentes: las aguas del Atlántico mucho más cálidas de lo normal y El Niño fuerte».

El fenómeno de El Niño aumenta los vientos verticales cortantes en el Caribe y el Atlántico tropical, lo que puede debilitar las tormentas a medida que se forman; pero «el calor anómalo extremo en el Atlántico puede contrarrestar parte de los vientos cortantes típicos provocados» por este fenómeno, apuntó el CSU en su actualización.

Los expertos del CSU estiman que la probabilidad de que un huracán mayor toque tierra en Estados Unidos está por encima del promedio a largo plazo.

El equipo de meteorólogos emitirá una actualización del pronóstico el próximo 3 de agosto.

(EFE)