La delegación del gobierno colombiano en el proceso de diálogo con el Estado Mayor Central (EMC), de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC), anunció que retomará las conversaciones con ese bloque de las disidencias tras dos semanas de suspensión. 

En un video publicado en las redes por Blu Radio, el jefe negociador del gobierno, Camilo González Posso, informó que luego del lapso de «suspensión o receso», que fue establecido por las llamadas disidencias de ‘Iván Mordisco’ para hacer «consultas y reorganizaciones», se retomarán las «reuniones programadas». 

Esta decisión, que aún no ha sido anunciada de manera conjunta, ocurre luego de que las conversaciones sufrieran un enfriamiento tras la militarización del Cañón del Micay, un territorio ubicado en el departamento del Cauca que estuvo tomado durante años por el EMC. 

El Cañon del Micay 

El pasado 4 de noviembre se reportó la retención de 200 militares del Batallón de Fuerzas Especiales Urbanas en el corregimiento de El Plateado –situado en el cañón de Micay– por parte de la comunidad campesina, supuestamente por coacción de las disidencias. 

Aunque el grupo fue liberado un día después, con intermediación de una misión humanitaria, el presidente Gustavo Petro ordenó la intervención militar en esa zona para «bloquear la salida de las economías ilícitas». 

En el momento más álgido de este ‘impasse’ hubo un cruce de declaraciones entre el mandatario, que señaló que no se podían «vestir de revolucionarios y ser traquetos [narcotraficantes] del alma», y esa disidencia de las extintas FARC contestó que no traficaba con drogas. 

Petro afirmó que posiblemente fue «prematuro» ese inicio de negociaciones con el grupo armado y se refirió al Cañón de Micay, bastión del EMC, como un «fortín de las economías ilícitas» donde se produce más del 75 % de la hoja de coca del departamento del Cauca. 

El EMC, que sostiene que ha protegido ese territorio de la presencia de otros grupos armados y organizaciones criminales, le respondió al jefe de Estado que no eran «productores, ni consumidores de drogas, a diferencia del Gobierno». 

¿Qué se espera de este nuevo ciclo de conversaciones? 

González Posso afirmó que para este «nuevo ciclo» de las conversaciones de paz aprobaron «un paquete muy importante de protocolos y acuerdos, especialmente para el respeto de la población civil», que estará sujeto a mecanismos de verificación, «reglas y compromisos». 

Detalló que se establecerán 21 compromisos fundamentados en el derecho humanitario y de los derechos humanos «para proteger la vida en todas sus formas y para el no reclutamiento de niños y adolescentes, minas antipersonas y libertad de la gente». 

El jefe negociador manifestó que estás son «disposiciones muy importantes» que deben ser desarrolladas con «mecanismos de aplicación inmediata». 

Asimismo, dijo que «se han definido transformaciones territoriales para enfrentar situaciones de pobreza sino también para atacar economías ilegales y buscar transformaciones satisfactorias». 

Adelantó que «ha funcionado un mecanismo de contingencia» integrado por Naciones Unidas y Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia de la OEA para atender casos que se han presentado en algunas regiones, «que perturban el cese al fuego, o que significan infracciones». 

El pasado 16 de octubre, se inició el cese al fuego entre el gobierno y el EMC, cuya extensión prevista es de tres meses, por lo que concluirá el 15 de enero de 2024. 

(RT)