Los buscan en 190 países. Sobre ellos pesa una alerta roja de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol). Están solicitados para ser detenidos y comparecer ante la justicia por los delitos cometidos. En total, son 64 los venezolanos que integran la lista del organismo.
En el portal web de Interpol están reseñados sus nombres y fotografía. En todos los casos, la policía internacional tiene la certeza de que los solicitados están fuera del país.
De los 64 venezolanos, 37 tienen boleta roja emitida por Venezuela y otros 27 por, al menos, doce naciones. Entre ellas: Argentina, Ecuador, Paraguay, Brasil, Estados Unidos, Panamá, España, Croacia y la India. Cincuenta y cuatro son hombres y 10 mujeres.
Gian Roberto Fatarella Petraroli, de 44 años, es un caraqueño solicitado por Brasil desde el 2011. El Tribunal Supremo Federal del ese país reseñó en su portal web que el hombre es procesado por tráfico internacional de droga.
Otro venezolano que cometió un delito fuera de las fronteras venezolanas es Alí Manuel Cortez, de 60 años, solicitado por la justicia de Estados Unidos para comparecer por una red de pornografía infantil.
El delito por el que más son buscados es por homicidio con veinte solicitudes. Sin embargo, hay por fraude, robo, estafa, legitimación de capitales, secuestro, extorsión, violación y narcotráfico.
En Venezuela, es el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) el organismo que pide cualquiera de las seis notificaciones de Interpol. Roja, para personas con orden de aprehensión; amarilla (desaparecidos), azul (recabar información de delincuentes), negra (identificar a fallecidos), naranja (alertar sobre hechos que pongan en riesgo la seguridad de una nación) y verde para alertar sobre individuos que hayan cometido un delito en un país y pueden volver a cometerlo en otro.
Solo hay nueve venezolanos con alerta amarilla, entre los 1.127 que están en la base de datos. Uno de los desaparecidos es Laura Estefany Meza Leal, la niña de las colitas en su cabello. Ella desapareció, en Cabimas, la tarde del 27 de octubre de 2003.
Según los objetivos de Interpol está ayudar a “interpretar las tendencias en materia de delincuencia, analizar la información, llevar a cabo operaciones y, en última instancia, a detener al mayor número posible de delincuentes”.
Sobre esto, el jefe del Cicpc en el Zulia el comisario Daniel Landaeta, explica que la policía científica solicita al Ministerio Público una orden para pedir formalmente a Interpol la inclusión en su radar de algún delincuente.
“Cualquier criminal que haya cometido un delito de conmoción y que pueda estar en peligro de fuga, debe tener una notificación de Interpol”, dijo el comisario a PANORAMA.
Landaeta informó que la oficina de la policía internacional en el Zulia está ubicada en el aeropuerto internacional La Chinita, de Maracaibo y tiene alrededor de 25 funcionarios a su cargo.
La efectividad de Interpol es “alta y confiable”, asegura el jefe de la policía científica.
Uno de los más recientes solicitados que han sido llevados tras las rejas es Jhonny Eduardo Bolívar Jiménez, apodado “Capitán Bolivar”. El hombre fue capturado en Barranquilla, en junio de este año, 14 meses después que Interpol emitiera la boleta roja. El criminal irá a juicio por el homicidio de Adriana Urquiola Pérez, intérprete de señas del noticiero Venevisión.
José Antonio Tovar, de 26 años, alias “El Picure” y su lugarteniente Juvenal Antonio Bravo (25), son los últimos criminales ingresados en la lista de la policía internacional.
En sus fichas elaboradas por Interpol aparece que están buscados por robo y homicidio. Pero, “El Picure” es señalado de ser el presunto responsable de los ataques con granadas a seis comandancias del Cicpc en el país y “sembrar terror en los llanos venezolanos”.
La notificación de Interpol no prescribe, el radar de los 190 países siempre estará alerta para capturar al solicitado. Así pasen los años, lo único que hará que salgan de la lista es su aprehensión o la muerte.
(Panorama)
