El Ministro del Poder Popular para la Comunicación y la Información, Jorge Rodríguez, ofreció nuevas cifras en relación con el desfalco a la Nación realizado desde el pasado año por el autoproclamado presidente interino, Juan Guaidó y sus colaboradores cercanos. 

 

Según lo referido por Rodríguez, la apropiación indebida de activos del Estado venezolano por parte de Guaidó y sus “conmilitones” en el extranjero, incluye: 800 millones de dólares depositados en las cuentas de Citgo, la empresa Monómeros, con sede en Colombia –acciones en las que estaría involucrado el político opositor Manuel Rosales–, así como refinerías en Jamaica y República Dominicana operadas por la filial PDV Caribe. 

 

Por si eso no bastara, el también vicepresidente de Comunicación, Cultura y Turismo destacó que la corrupción más importante se halla en la renegociación de los bonos de la deuda venezolana, un “tremendo guiso donde  está metido el hermano de Juan Guaidó, el señor Gustavo Guaidó”. 

 

En esta última componenda para apropiarse de los dineros públicos también estarían implicados Carlos Vecchio –representante del autoproclamado en EE.UU.– y su hermano, quienes se habrían hecho de “ingentes cantidades de dinero, sobornando o utilizando información privilegiada o tratando de conseguir reconocimiento de bonos buitre relacionados con la deuda de Venezuela”.

 

Una vez descubiertas estas acciones lesivas para la República, el pasado mes de mayo, el Estado venezolano emprendió acciones que se tradujeron en la imputación del abogado Juan Planchart por planificar el robo de un millardo de dólares provenientes de fondos públicos y financiar mercenarios, así como a un ciudadano de nombre Roberto Marrero, estrecho colaborador de Juan Guaidó y su cómplice la presunta comisión de este delito. 

 

De acuerdo con las conversaciones sostenidas a través de WhatsApp entre Guaidó, Marrero y Planchart, el abogado le habría asegurado al político opositor y a su secuaz, que se trataba de “unos fondos que están papaya (fáciles)” y que eran “dos casos y suman un billón” (de dólares). 

 

Planchart también les habría advertido a Guaidó y a Marrero acerca de la existencia de “cláusulas de confidencialidad muy delicadas para el amigo que está ayudando”. Es decir, que admitió abiertamente que su silencio tendría un precio, todo ello a costa de la riqueza de los venezolanos y venezolanas. 

 

(LaIguana.TV)