Este 5 de junio empezó la luna llena a adquirir un caracter especial, que se conoce como ‘Luna de Fresa’. En esa condición, iluminará los cielos nocturnos a lo largo de tres días y provocará un eclipse lunar penumbral visible en gran parte del mundo, excepto en Norte y Suramérica. Tal evento astronómico dará paso al llamado «corredor de eclipses», período en el que ocurren varios eclipses seguidos en un corto lapso de tiempo.

En particular, durante este verano se presentará la oportunidad de presenciar varios eventos celestiales que se producirán como parte de una nueva «temporada de eclipses». El segundo de esos fenómenos astronómicos que llegarán a los ojos de los espectadores será un eclipse solar anular, que se producirá el 21 de junio. Será el primer eclipse solar del año, y entonces la luna pasará frente al sol sin cubrir completamente la estrella, dejando alrededor de su borde exterior lo que se conoce como un «anillo de fuego», recoge Space.

(RT)