Tras decretar un incremento del salario de los congresistas del 5,12% el día de Navidad, el presidente colombiano, Iván Duque, recibió duras críticas de todos los sectores del espectro político por favorecer los ingresos de un sector que es privilegiado, en desmedro de los más vulnerables, que son los que han sufrido las consecuencias de la crisis económica que ha dejado la pandemia.

«Justo en la época del año en la que más indignación se despierta por el pago a los congresistas durante el receso legislativo, el primer mandatario firmó el decreto que, se espera, levantará mucha más polémica como la que se incitó cuando se hundió la propuesta de congelar la transferencia de los gastos de representación a los legisladores mientras sesionen desde casa y desde sus regiones», indicó El Espectador, a propósito de la noticia.

Una de las primeras en reaccionar contra el anuncio fue la senadora Griselda Lobo, representante del Partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), quien a través de su cuenta en Twitter le sugirió al gobernante aumentar primero el salario de los trabajadores, muy especialmente de aquellos que le respaldaron, «convencidos que iba a ser su ‘Presidente'». «¡Soy congresista y NO necesito aumento de mi salario!», remató Lobo.

En otro trino, la senadora tildó a Duque de «descarado» y «miserable» por negarle la renta básica a «los más vulnerables» durante la pandemia, invertir en tanquetas cuyo precio unitario es de 6.000 millones de pesos –1,73 millones de dólares– cada uno, aumentar el salario de congresistas en 5,12% y planear incrementar el salario mínimo en apenas 2%.

A esto último también se refirió el senador Gustavo Petro, indicando que el aumento del salario mínimo debía ser al menos equivalente al 5,12% que recibieron los parlamentarios.

De su lado, el congresista Iván Cepeda Castro, quien hace parte del llamado Polo Democrático, opuesto al uribismo gobernante, escribió que «la decisión de Duque de aumentar salario de congresistas en 5.3% es una manera de mantener contentas a mayorías parlamentarias con sobornos salariales. Esas mayorías uribistas y gubernamentales son las que han votado contra proyectos que hemos radicado para rebajar esos salarios».

Angélica Lozano, senadora por el Partido Verde, opinó que era un «deber» reducir el salario de los congresistas, porque no es adecuado que se mantenga «la brecha desproporcionada e irreal con el colombiano de a pie, que trabaja duro».

Así, calificó como «injusto» que se aprobara un aumento del salario mínimo equivalente al 2,5% del monto actual, «frente al aumento de casi 6,0% para el salario de los congresistas».

«Qué absurdo. No existe motivo alguno para que se le aumente el salario a los altos funcionarios del Estado. El país en medio de la peor crisis económica y le aumentan el salario a quienes tienen asegurados altos ingresos», dijo el representante Gabriel Santos, quien pertenece a la coalición política que respalda a Duque.

Según medios locales, está previsto que a inicios de la semana próxima, el mandatario anuncie el monto definitivo del salario mínimo. De un lado, los empresarios plantearon un incremento de 2,5% y los trabajadores exigían el 15%.

La diferencia entre lo demandado y lo ofrecido, hizo que la negociación entre los patronos y los sindicatos se quebrara y por ello, será potestad del gobernante fijar la cifra, que analistas referidos por Prensa Latina ubican, como máximo, en 3,5%, aún lejos tanto en términos absolutos como relativos de lo que gana un congresista.

El salario mínimo vigente en Colombia es de 887.000 pesos –aproximadamente 253,24 dólares–, mientras que tras el último aumento, el sueldo de un miembro del Congreso será de 34.417.000 pesos colombianos, lo que equivale aproximadamente a 9.905 dólares por mes, precisa El Comercio.

(LaIguana.TV)