«El Coqui», como es conocido Carlos Luis Revette, es un antisocial que desde 2015 impone  su ley delincuencial en el barrio Cota 905 de Caracas. Lidera la banda homónima y junto con Garbis Ochoa Ruíz, alias «El Garbis», y Carlos Alfredo Calderón Martínez, alias «El Vampi», mantienen una guerra sin cuartel con los cuerpos de seguridad del Estado. 

Carlos Luis, quien nació en la capital venezolana en 1978, logró hacerse del control de la Cota 905 y las zonas aledañas, luego de que efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) dieran de baja al anterior «jefe», alias «El Chavo». 

Fuentes policiales sostienen que su megabanda, cuya influencia delictiva se ha extendido a zonas vecinas como El Valle, El Paraíso o El Cementerio, cuenta con un ejército particular cercano a las 200 personas y dispone de armamento de alto calibre con el que periódicamente enfrentan a comisiones policiales altamente especializadas, como es el caso de las Fuerzas de Acciones Especiales de la Policía Nacional Bolivariana (FAES). 

Según ha podido conocerse a partir de la reseña de distintos eventos criminales cometidos por «El Coqui» y sus secuaces, la banda mantiene un férreo control sobre su territorio de operaciones y quienes se dedican a las actividades ilícitas en la zona deben contar con su visto bueno. De lo contrario, son ultimados y sus cuerpos son arrojados en un basurero localizado en un barrio de El Cementerio por no mostrar «respeto» hacia el «líder». 

Durante 2020, el grupo delincuencial protagonizó un secuestro fallido contra un empresario de alto perfil que derivó en un tiroteo en la principal autopista de la capital, asaltó el parque de armas de la Policía Municipal de Caracas y se enfrentó en múltiples ocasiones a los cuerpos de seguridad. 

El pasado 8 de enero, miembros de esta organización delictiva se enfrentaron a una comisión mixta de las FAES, el CICPC y de la Comisión Nacional Antiextorsión y Secuestro (CONAS) en la parroquia La Vega, luego de que los antisociales intentaran apoderarse de una estación policial. 

El 21 de enero, funcionarios de la CONAS le hicieron frente a secuestradores que presuntamente pertenecen la banda de «El Coqui», «El Vampi» y «El Garbis» en Los Laureles (parroquia El Paraíso), pero los hampones lograron escabullirse hacia la Cota 905. 

Ayer se produjo otro enfrentamiento entre las FAES y criminales de la banda en la parroquia El Paraíso. Fuentes periodísticas informaron que la causa del suceso fue «una confusión», pues una comisión de la Policía Nacional Bolivariana se encontraba en un edificio cercano a la Plaza Madariaga mediando en una disputa entre un inquilino y la propietaria de un apartamento.

De acuerdo con esta versión, cuando los efectivos se disponían a abandonar el sitio, fueron atacados por pistoleros del grupo delincuencial que habían sido alertados de la presencia policial por los centinelas de «El Coqui» en la zona, razón por la cual tuvieron que solicitar apoyo de las FAES. 

El choque dejó un funcionario policial herido, un delincuente fallecido y dos vecinos heridos por balas perdidas. 

(LaIguana.TV)

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