Desde el pasado 21 de marzo se están desarrollando enfrentamientos entre efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) y sujetos pertenecientes a grupos irregulares colombianos, vinculados a, tráfico de drogas y delincuencia organizada.

Esta situación ha dejado como saldo ocho militares criollos fallecidos y varios heridos, mientras que del otro lado nueve delincuentes fueron abatidos y más de 30 de ellos arrestados. También se han destruido campamentos y decomisado material bélico que estaba en manos de estos.

Mientras todo esto ocurre el Gobierno venezolano ha dejado claro que no permitirá que estos grupos criminales operen en nuestro país y acusó en reiteradas oportunidades, y con pruebas en mano, que el régimen colombiano ha abandonado por completo su frontera.

Entre tanto, desde el vecino país insisten en decir que es Venezuela la que protege a los criminales.

El inicio

El conflicto inició, según señala un reportaje publicado por el portal web RT, debido a que “el Gobierno venezolano inició hace 15 días una operación militar en el fronterizo del estado Apure para combatir la presencia de grupos irregulares colombianos, denominada Escudo Bolivariano».

Con estas acciones, como se ha explicado, se busca acabar con los campamentos que estos irregulares pretenden instalar en nuestra nación.

Destaca RT que estos grupos, aunque no se conoce exactamente su origen se señala que muchos de estos espacios pertenecen a las llamadas disidencias de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), del Ejército de Liberación Nacional (ELN), así como de grupos paramilitares.

Esta situación ha derivado que la población civil que habita la zona de La Victoria se haya tenido que desplazar hasta Colombia, lo que fue aprovechado por el régimen colombiano para exigir la presencia en la zona de organismos internacionales y manifestó su supuesta preocupación por la movilización de estas personas.

Indica RT que “sobre este punto hay versiones encontradas. Mientras Venezuela señala a los grupos irregulares de amedrentar a la población para que se desmovilizaran, como ocurre con frecuencia en Colombia (donde se triplicó este año el número de personas desplazadas); Bogotá asegura que la razón de esa salida fue la operación militar venezolana”.

Así mismo precisa que “la divergencia también está en el número de desplazados. El Gobierno colombiano aseguró que se movilizaron cinco mil personas hasta Arauquita desde La Victoria, pero la proyección de población para 2021 en esa localidad venezolana no supera los tres mil 500 habitantes”.

Frontera abandonada

A pesar de lo ocurrido y de lo extensa que es la frontera entre ambas naciones, el Ejecutivo criollo ha denunciado que ha sido imposible establecer comunicación con la Casa de Nariño para establecer puntos de cooperación para evitar incidentes de este tipo se repitan.

En este sentido RT cita recientes declaraciones del ministro de Defensa Vladimir Padrino López quien apunto que “el objetivo de la inacción de Colombia es ‘tercerizar’ el conflicto mediante los grupos irregulares, la parapolítica y el narcotráfico, flagelos que afectan el territorio colombiano desde hace más de medio siglo de guerra, y que se han recrudecido a pesar del acuerdo de paz firmado con las extintas FARC en 2016”.

Este lunes 5 de abril el propio Padrino López señaló que la zona fronteriza se encuentra en total normalidad, sin embargo se reforzarán las medidas de seguridad en los municipios apureños Páez, Muñoz y Rómulo Gallegos. “El propósito es restringir la circulación y fortalecer los controles migratorios para detectar cualquier movimiento de esos grupos irregulares a su territorio”, destaca RT.

Anunció el jefe militar que se activará una Zona Operativa de Defensa Integral Temporal Especial, y se regulará el tránsito terrestre, aéreo y fluvial para mantener a raya a los irregulares.

Añadió también que se solicitará asesoría a la Organización de Naciones Unidas (ONU), para la desactivación de las minas antipersonales que los delincuentes dejaron en la zona fronteriza.

Nariño contra Miraflores

La posición del régimen colombiano hacia el Gobierno venezolano ha sido hostil, la ha catalogado de dictadura y se niega a reconocer a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela.

Tras los conflictos el vecino país ha lanzado una campaña para desacreditar a la Fabn, señalarla de violadora de derechos humanos y de proteger a grupos guerrilleros.

RT cita una entrevista concedida por el ministro de Defensa colombiano, Diego Molano, al diario El Tiempo, e la que señala que “el Ejército venezolano supuestamente atacaba a la facción narcoterrorista de Iván Mordisco para ceder la zona a las disidencias del ELN y las Farc, unas acusaciones que ya habían sido calificadas por el canciller (Jorge) Arreaza como ‘absurdas, fantasiosas y esquizoides’”.

Refiere RT que “sin ofrecer ninguna prueba, Molano aseguró que el objetivo del despliegue de las Fanb no era el resguardo de la frontera sino ‘la protección del negocio del narcotráfico’, a pesar de que Colombia es el principal productor de cocaína del mundo, los grupos irregulares que operan en esa zona limítrofe son todos de procedencia colombiana y Venezuela es territorio libre de cultivos ilícitos”.

(LaIguana.TV)