Este domingo el exdiputado Juan Guaidó se dirigió al país desde la sede de la Asociación de Vecinos de El Cafetal donde detalló los objetivos de su supuesto «Acuerdo de Salvación Nacional», tras el anuncio de su participación en una iniciativa de diálogo con el gobierno del presidente de la República, Nicolás Maduro, para «salvar al país». 

«Esto no deriva de una concesión, de una gracia, por lo contrario, deriva de haber construido mayoría, de haber conquistado el Parlamento, de haber movilizado en la calle, de tener interlocución legítima del mundo libre», indicó el autoproclamado en su alocución compartida por sus redes sociales, desde un espacio inusual para la «alta investidura» que dice portar, como lo es una asociación de vecinos en El Cafetal.

En su presentación inicial, señaló que «la presión internacional, las sanciones individuales, son parte importante por lo cual tenemos posibilidad de un acuerdo», y señaló como único responsable de la crisis que vive el país al Gobierno nacional, cuando la aplicación de estas medidas coercitivas han impedido el desarrollo del país y violado los derechos humanos de los venezolanos, tal como ha expresado la ONU. 

Asimismo, se refirió al hecho de «la soberanía nacional merece que la salvemos» y se refirió al secuestro de ocho soldados venezolanos por parte de disidencias de las FARC, pero en ningún momento hizo referencia a cómo él y sus colaboradores han sido promotores del robo de empresas del estado venezolano (como Citgo y Monómeros) y cuantiosos recursos de la Nación están represados en la Reserva Federal de EEUU y el Banco de Inglaterra.

Reveló lo importante del «respaldo de la comunidad internacional» para él y su equipo político en esta iniciativa. «Estamos listos ya en un acuerdo de salvación nacional», afirmó Guaidó y dijo que la semana próxima anunciará quiénes serán sus delegados en las negociaciones con el presidente Maduro.

Aunque acusó al Gobierno nacional de obstaculizar acuerdos, su postura desde que asumió el liderazgo de una sector de la oposición ha sido, como lo admitió, promover sanciones e incursiones militares para derrocar al jefe de Estado. Ahora, esta iniciativa de negociación coincide con los apoyos que su «presidencia interina» ha ido perdiendo, debido a los escándalos de corrupción y la salida de Donald Trump de la Presidencia de EEUU.

(LaIguana.TV)