El dirigente opositor Leopoldo López, prófugo de la justicia venezolana asentado entre Washington y Madrid, será ponente de sobre el bitcóin en un evento de criptomonedas que se celebrará el próximo octubre en Países Bajos.

«Anunciamos a Leopoldo López como ponente de Bitcóin Ámsterdam», informó en Twitter el pasado 25 de agosto la entidad organizadora, que se refirió al político como «un activista por la libertad en Venezuela» que «fue preso político de 2014 a 2020 tras ser condenado a catorce años de prisión por liderar protestas callejeras no violentas y resistencia civil en 2014».

Como carta de presentación de López se refiere que «es profesor visitante en el Wilson Center en Washington, DC y profesor en el Instituto Freeman Spogli de Estudios Internacionales en la Universidad de Stanford», pero no se precisa su experticia respecto al mundo de las criptomonedas.

Una reseña de la agencia rusa RT recuerda que el venezolano no ha estado abiertamente implicado en este negocio, si bien unos activistas de su partido, Voluntad Popular, han fungido como asesores del presidente salvadoreño Nayib Bukele.

De acuerdo con una investigación de El Faro, un portal no alineado con el discurso gubernamental, una parte de estas personas –que en decir del medio, funcionan como «un gabinete en las sombras»–, serían los artífices de la estrategia que convirtió al bitcóin en la segunda moneda de curso legal en el país centroamericano y de Chivo Wallet, una criptobilletera impulsada por Bukele y su equipo para impulsar el uso de la moneda digital.

Las entradas para el evento, que durará tres días, oscilan entre los 349 euros de una general y los 3.999 euros que vale el pase que permite asistir a todas las conferencias en sitio privilegiado.

En todo caso, el anuncio de la participación López como conferencista experto en bitcóin generó rechazo en las redes sociales, donde muchos usuarios –especialmente en idioma inglés–, no dudaron en cargar contra el dirigente, al que tacharon de «estafador», «ladrón», «payaso» y «corrupto», entre otros epítetos, al tiempo que señalaron su aparente falta de competencia sobre el tema.

«Leopoldo nunca ha mencionado la palabra ‘bitcóin’ en sus discursos», expresó un tuitero. «¿Leopoldo López en esta conferencia como conferencista? ¡Todo mal aquí, muy mal!», manifestó otro.

Otro más atribuyó las horas bajas del bitcóin al recién revelado nexo de López con la criptomoneda, especialmente porque a su esposa, Lilian Tintori, le achacan el cargar una maldición que, según los defensores de tal tesis, ocasionaría la caída de aquellos líderes que osan tomarse fotografías con ella.

«Hasta hoy el efecto Lilian/Leopoldo solo había afectado a candidatos a presidente. Hoy bitcóin perdió el soporte de los 21.000 dólares. Todo lo que se toma una foto con Lilian Tintori o Leopoldo López, pierde», se lee en el comentario.

Los internautas tampoco desaprovecharon la ocasión para echarle en cara sus presuntos manejos dolosos de recursos públicos y privados de los que habría logrado hacerse con el pretexto de luchar por «la libertad» de su país.

Así, un usuario sacó a colación la investigación realizada por Panampost –de línea abiertamente antichavista– que vincula a la madre de López, Antonieta Mendoza, con supuestas asesorías en la productora de fertilizantes Monómeros, bajo control de agentes de Juan Guaidó desde 2019.

López ha sido señalado por Humberto Calderón Berti, un experto petrolero que fungió como representante de Guaidó ante Bogotá en el gobierno de Iván Duque, como la cabeza de una trama milmillonaria de corrupción en la que fuera considerada el segundo principal activo de Venezuela en el extranjero. El caso está bajo investigación del Ministerio Público venezolano.

Ángel García Banchs, economista venezolano ultraliberal partidario de ideas derechistas, crítico de las criptomonedas y autoproclamado gurú de las finanzas y el emprendimiento, calificó la participación de Leopoldo López en el evento que se celebrará en Ámsterdam como «doble estafa».

López está solicitado por la justicia de Venezuela desde 2019, tras evadirse del arresto domiciliario y refugiarse en la residencia del embajador español en Caracas, al fracasar el intento de golpe de Estado que encabezó el 30 de abril de ese año.

Apresado desde febrero de 2014, al año siguiente se le impuso una condena de más de 13 años de cárcel por «la comisión de los delitos de determinador en el delito de incendio, determinador en el delito de daño, autor en el delito de instigación pública y el de asociación», en razón de su responsabilidad en las protestas violentas y sediciosas de 2014 en las que perdieron la vida 43 personas.

En noviembre de 2020, el político se fugó nuevamente a través de Colombia, desde donde partió rumbo a Madrid, España, donde fijó residencia hasta mediados de 2022, cuando se mudó a la capital estadounidense.

Entretanto, en 2021, el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela autorizó el inicio del proceso de extradición en su contra para que purgue el resto de la pena que le fue fijada en 2015, ello con independencia de otros procesos judiciales que tiene abiertos en el país.

(LaIguana.TV)