Hay numerosas pruebas que apuntan a la culpabilidad de Estados Unidos en los atentados cometidos contra los gasoductos rusos Nord Stream 1 y 2, y esos actos son una demostración de la naturaleza terrorista del imperialismo norteamericano, opinó el sociólogo Ramón Grosfoguel, en su más reciente entrevista en el programa Desde Donde Sea.  

El profesor puertorriqueño aseguró que, al inutilizar estos gasoductos, Estados Unidos pone en evidencia las perversiones del unilateralismo, pues también perjudica gravemente a sus aliados europeos, que se enfrentan a la perspectiva de un invierno sin suficiente energía y a precios prohibitivos. 

Grosfoguel, docente de la Universidad de Berkeley, conversó con el moderador del programa, el filósofo y comunicador venezolano Miguel Ángel Pérez Pirela. 

A continuación, un fragmento del diálogo referido al tema de los gasoductos. 

Miguel Ángel Pérez Pirela (MAPP): Ramón, ahora vemos como explotaron Nord Stream 1 y Nord Stream 2, que podían surtir de gas a Europa. Está claro que Estados Unidos los ha saboteado desde hace muchos años y varios de sus más altos funcionarios han confesado que harían cualquier cosa por acabar con esos gasoductos. La mediática occidental se hizo la loca. Informó que explotaron los gasoductos y pasaron a otro tema, cuando estamos frente a un casus belli, una causa de guerra mundial y nuclear. 

Ramón Grosfoguel (RG): Esto demuestra una vez más la naturaleza terrorista del Estado unilateral y unipolar del imperialismo estadounidense. Un ejemplo de terrorismo de Estado. Primero ha intentado culpar a los rusos, probando que creen que el resto del mundo somos todos una banda de estúpidos. Pasaron días empeñados en hacer creer que el culpable fue Putin, para encubrir a los verdaderos autores de ese acto terrorista: el imperio estadounidense con sus aliados en esa región, que son Polonia y Noruega. Si Rusia quisiera dejar de enviar gas no tiene más que cerrar las llaves. No tiene por qué volar su propio gasoducto. Luego, hay que tener en cuenta que existe un nuevo gasoducto, el Baltic Pipe, que viene de Noruega, cruza el Báltico y va hacia Polonia. A través de él, los estadounidenses transportan gas licuado hacia Europa. Ese gasoducto se inauguró el mismo día que se produjeron la voladura de los dos Nord Stream… ¿A quién le están tomando el pelo? Además, esa región del mundo está hipervigilada por la OTAN. Rusia no se puede ni acercar porque los detectarían tempranamente. Pensar que unos rusos pueden entrar allí y hacer un acto terrorista es subestimar la inteligencia de la gente. Cuando se estudia un crimen, debe analizarse quién tiene las motivaciones, los que tienen un interés, una racionalidad para ese acto delictivo. Si lo vemos de esa manera, tenemos a Condoleeza Rice diciendo en 2014 que se debe acabar con la dependencia europea del gas y petróleo ruso y se tiene que reemplazar por petróleo y gas de Estados Unidos; luego está Mark Pompeo, secretario de Estado, en 2018, diciendo que eso había que pararlo; y tenemos al mismísimo Biden diciendo este año que si Rusia entraba a la guerra, Estados Unidos acabaría con los dos gasoductos. Previamente, el año pasado, Blinken visitó Alemania y dijo que las discrepancias con el gobierno de Scholz se refieren al Nord Stream. Y el mismo Blinken, luego de los atentados, trivializa el tema diciendo que no saben quién fue, pero que es una oportunidad impresionante para acabar con la dependencia europea del gas ruso, reemplazándolo por el suministrado por empresas estadounidenses. ¡Es que son descarados!  

MAPP: Te lo están diciendo antes, durante y después: lo vamos a hacer, lo estamos haciendo, lo hicimos… ahora negociemos. 

RG: Sí, y le agregan que es una buena oportunidad porque se acabó la dependencia de Rusia y ahora Europa va a negociar con empresas estadounidenses que la van a salvar. ¿Quién creen ellos que les están creyendo estos cuentos? Siempre han estado en contra. Presionaron para que no se construyeran los gasoductos; presionaron para que no terminara la construcción; y ahora los ha destruido. Lo hicieron porque unas semanas atrás, Alemania comenzaba a acercarse a Rusia, ante la inminencia del invierno. Toda Europa estaba buscando la manera de darle la vuelta al problema porque saben que el gas que suplen Estados Unidos y Noruega no va a ser suficiente para cubrir las necesidades. Estados Unidos torpedeó ese acercamiento atentando contra los gasoductos para que no sea posible negociar nada. Esto es un ejemplo de lo que hace el unilateralismo con sus propios aliados. Ahora, imagínate lo que hace con los enemigos. 

MAPP: ¿La élite a la que te refieres no es solo de estadounidenses? 

RG: Ese 1 % del 1% es una élite transnacional. Hay estadounidenses, pero también alemanes, franceses, británicos, algunos japoneses. Su brazo armado es el Pentágono de Estados Unidos y la OTAN. Saben que no pueden realizar ninguno de sus sueños, que son pesadillas para el resto del mundo, sin contar con ese aparato armado. Eso explica por qué hay gente de la élite europea que apoya lo que está pasando, aunque signifique hacer colapsar la economía de Europa e, incluso, si es posible, pese a que implique hacer desaparecer a millones de seres humanos en ese territorio llamado Europa a través de una guerra fratricida con los rusos. Eso les permitiría acelerar sus planes de eutanasia masiva global, de exterminio de poblaciones, como parte de la transición hacia un nuevo sistema histórico en el que ellos, igual, queden arriba. Es lo mismo que pasó en la transición del feudalismo al capitalismo, en el siglo XV al XVI, cuando las familias aristocráticas feudales se reciclaron luego como burguesías, como dueños del capital financiero transnacional del nuevo sistema global. En esta nueva transición, el sistema naciente será aún peor que este porque con las nuevas tecnologías no habrá solo un control rentista por parte de los poderosos, sino también un control de los seres humanos a través de chips que gobiernen hasta lo que cada persona piense y desee. Eso está contemplado en los planes de este reseteo que han planteado a escala planetaria. Nosotros, los pueblos, o nos movilizamos contra esto, o esta gente va a acabar con una gran parte de la humanidad.  

MAPP: Aquí entra el tema nuclear. Hace pocos meses, hablar de bombas atómicas era un tabú. Pero a estas alturas las declaraciones son cada vez más explícitas. Estamos en una etapa del desarrollo de estas tecnologías en la que un ataque nuclear se sabría cuándo empieza, pero no cuándo termina. ¿Es una lógica suicida? 

RG: Es que el futuro de Estados Unidos se está jugando en Ucrania. Los dirigentes saben que, si Estados Unidos pierde esta guerra, irá en picada, de una forma acelerada. Y los rusos, igual. Saben que si pierde van a desmembrar a Rusia en 20 pedazos. Estamos en un punto tal de polarización que es cuestión de vida o muerte para cada lado. Eso nos ubica en los albores de una guerra nuclear que puede poner en peligro a la humanidad entera. En el pasado, cuando dos potencias se enfrentaban, había guerras terribles, pero no existían los armamentos capaces de acabar con la vida en todo el planeta. Estamos en una situación que puede llegar al no retorno, un encadenamiento de hechos que pueden desencadenar una guerra nuclear, con riesgo para toda la humanidad.  

MAPP: Los gobernantes occidentales hablan de las pretensiones imperiales rusas. 

RG: Esta no es una confrontación entre imperios porque Rusia no lo es en el sentido clásico. No quiere tener colonias, no tiene problemas en que Ucrania se incorpore a la Unión Europea porque no pretende imponerle su dominio económico. Solo se opone a que entre a la OTAN porque ya a Rusia la tienen cercada por todos los flancos. Putin ha sido el más cuerdo de todos, pues lleva años advirtiendo sobre los límites que no deben ser rebasados y pidiendo negociar. Es vergonzoso oír a Macron hablar del imperialismo ruso. Si se toma su discurso y se pone Francia donde él dice Rusia, queda todo muy ajustado a la verdad porque Francia sí que ha sido un país imperialista. Ahora, al llegar a este punto, vemos a Putin decirle a occidente que no está jugando, no está bluffing, porque si es necesario, usaremos armas nucleares. Pese a ello, sigue insistiendo en que se negocie. La prensa occidental lo llama dictador y loco, pero son los líderes occidentales los que están actuando como dementes, los que están jugando con fuego 

MAPP: Esto está causando ruido, incluso en Estados Unidos. Vimos a un comentarista de Fox preguntarse qué pasaría si Rusia responde a la voladura de los gasoductos con una jugada recíproca y corta, por ejemplo, algún sistema informático vital para occidente, como los de la banca, aunque sea por un día. 

RG: Fox, que ha sido históricamente una televisora de la extrema derecha estadounidense, hoy en día suena como si fuera de izquierda porque está denunciando todo esto que nosotros estamos planteando aquí.  

MAPP: Y aparece Donald Trump proponiéndose como mediador y Henry Kissinger como filósofo de la paz.  

RG: Sí, los que creíamos que eran los más locos, aparecen como los más cuerdos. Lo hacen porque están pensando en intereses estratégicos de imperio. Un genocida como Kissinger está llamando a la razón a la élite europea. Trump, otro loco, aparece cuerdo ante esta élite globalista financiera pirómana. 

(LaIguana.TV)