“Cuando nos estábamos retirando de Ayidamán, todos los militares y civiles estaban pendientes de nosotros, nos aplaudieron en el aeropuerto y dentro del avión, cuando la tripulación anunció que allí viajaría el equipo de rescatistas de Venezuela. Fue una gran emoción”, contó la periodista Madelein García, quien acompañó durante diez días a los expertos de Protección Civil, el Cenamec y Funvisis que acudieron a Turkiye a brindar apoyo, tras la serie de terremotos que destruyeron varias ciudades del sur de ese país.

“Se sintió una mano solidaria y agradecida de un pueblo muy noble. Lo mismo en la zona del desastre como en Estambul, cuando hicimos el trasbordo para volver a Venezuela. En todos lados había aplausos, palabras de agradecimiento y regalitos. Les entregaron una placa a los rescatistas y los colmaron de gracias. Ellos, con ese problemón encima, con once provincias destruidas, querían darnos lo que no tenían para expresar su agradecimiento”, expresó la comunicadora que reportó para la cadena TeleSUR.

Consultada por Miguel Ángel Pérez Pirela, moderador del programa Desde donde sea, acerca de lo más duro y lo más bello de esos diez días, García explicó:

“Lo más duro fue estar conscientes de la agonía lenta de personas que estaban bajo los escombros y no era posible rescatarlas. También lo fue presenciar la forma cómo sus familiares veían desaparecer la esperanza, es decir, verlos a ellos también apagándose poco a poco. Lo más bello fue constatar la nobleza de ese pueblo, su solidaridad. En muchos lugares había cúmulos de leña para hacer fogatas y cocinar o combatir el frío. También había tomas de agua para quien la necesitara. Nosotros llegábamos a cualquier lugar y las personas que estaban allí, damnificadas, nos querían dar la silla para que descansáramos”.

La gratitud turca se expresó incluso con los perros especialistas que llevó el equipo venezolano. “Tenían lugares para atender a los caninos, darles comida y vitaminas, los aplaudían y las tropas los saludaban militarmente. Y le rindieron homenaje al perrito de México, Proteo, que murió en las operaciones de rescate, como todo un héroe”,

Destacó también la respuesta internacional. “Irán envió dos aviones diarios, con equipos y ayuda humanitaria. El equipo de México voló 24 horas, rodaron otras ocho y después de todo eso, no quisieron descansar, sino que entraron a trabajar de inmediato”.

Acerca de la enseñanza adquirida, García refirió las reflexiones de Celina, una de las doctoras del Centro Nacional para el Mejoramiento de la Enseñanza de la Ciencia, parte del equipo de rescate, quien dijo que la experiencia le cambio la vida. “Ellas son médicas forenses, han estado en situaciones extremas relacionadas con la muerte, pero igual quedaron impactadas. Les tocó rescatar cadáveres de grupos familiares enteros que murieron mientras trataban de escapar de sus viviendas colapsadas. Y así como a ellas, a todos nos cambió esta vivencia”, dijo.

(LaIguana.TV)