El Tribunal Supremo Federal de Brasil suspendió por diez votos a uno el traslado del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011) a una cárcel del estado de Sao Paulo (sureste).

 

El relator del caso, Edson Fachin, fue el primer juez en votar a favor de la suspensión de la transferencia, «para asegurar al paciente (Lula) el derecho a permanecer en Sala del Estado Mayor, tal como se encuentra en este momento», y su decisión fue seguida por amplia mayoría.

 

Más temprano, la Justicia Federal de Paraná (sur) había determinado que Lula dejase la Superintendencia de la Policía Federal de Curitiba, donde se encuentra actualmente, y fuese trasladado a una cárcel del estado de Sao Paulo (sureste).

 

Tras esta decisión, la justicia estadual de São Paulo decidió que Lula debía ser transferido a una cárcel de presos comunes en la pequeña ciudad de Tremembé, a 150 kilómetros de la capital paulista.

 

Los abogados de Lula recurrieron la decisión ante el Tribunal Supremo, alegando que esa cárcel no tenía condiciones para albergar al expresidente, que debería seguir cumpliendo condena en una sala reservada, especial para autoridades.

 

Además, recalcaron que en caso de que no se garantizaran esas condiciones de seguridad el expresidente debería ser puesto en libertad de forma inmediata.

 

El líder del Partido de los Trabajadores (PT) está preso en Curitiba desde abril de 2018, cumpliendo una condena de ocho años y diez meses por delitos de corrupción pasiva y blanqueo de dinero.

 

El traslado había sido solicitado por la Policía Federal, que argumentaba que la presencia de Lula en el recinto de la Superintendencia, que funciona como una comisaría, dificulta la rutina de trabajo y causa molestias a usuarios y vecinos.

 

(Sputnik)