¿El bloqueo es una estrategia política para tumbar a un gobierno o es una operación financiera y de corrupción internacional? Esta pregunta fue el punto de partida del programa Desde Donde Sea del martes 15 de septiembre, en el que Miguel Ángel Pérez Pirela reseñó las más recientes denuncias, presentadas por la misma prensa opositora, sobre las prácticas corruptas de Juan Guaidó y la camarilla nacional e internacional de la que hace parte.

El lunes 14,  la periodista opositora Patricia Poleo daba pruebas del tinglado internacional que se ha montado alrededor de la supuesta oposición que declara el propósito de tumbar al gobierno venezolano, pero que, en realidad, está haciendo grandes negocios ilícitos con fondos públicos venezolanos, y en ellos están participando funcionarios de Estados Unidos y otras naciones.

«Poleo denunció desde que tanto el gobernador del estado de la Florida, Rick Scott, como el senador Marco Rubio tenían conocimiento del plan que buscaba implementar el consorcio Caribbean Recovery Assets (CRA) para robar los activos de Venezuela en Petrocaribe -informó Pérez Pirela-. Se trataba de un plan estratégico para que Guaidó obtuviera más ingresos en dólares».

Explicó que Venezuela, a través de Pdvsa Caribe, posee entre 25% y 60% del capital en empresas de doce países del Caribe. La propuesta estipulaba que el consorcio recibiría 18% de lo recuperado sin recibir dinero como adelanto. «Aquí no hay nada que se parezca a una lucha por el cese de no sé qué usurpación. Lo que hay es un gran negocio. El consorcio se comprometía a búsqueda e inteligencia de riesgo por 19 países, auditoría forense, servicio de consorcio, recaudación, negociación de deuda, recuperación de activos y representación legal de Venezuela», expresó.

A juicio del filósofo y comunicador, este es otro contrato criminal y otro plan fallido de Guaidó porque es necesario recordar el que firmó con la empresa de mercenarios Silver Corp,  para la invasión armada a Venezuela.

Con esta operación, el autodenominado gobierno encargado esperaba echarle mano a unos 2 mil millones de dólares, tan solo en el primer año. Según Poleo, el negocio no va solo contra las leyes venezolanas, sino también contra  leyes estadounidenses.

Los indicios recaudados por la periodista indican que se trata de una operación plenamente respaldada por  el llamado G-4, es decir, por los partidos que han avalado a Guaidó, pues se supone que la idea fue revisada por una comisión integrada por Elías Mata (Un Nuevo Tiempo, el partido de Manuel Rosales), Jorge Millán (Primero Justicia, representante de Julio Borges), Luis Carlos Padilla (Acción Democrática, vocero de Henry Ramos Allup) y Luis Florido, Freddy Superlano y Segio Vergara (Voluntad Popular, de Leopoldo López). También participaron Luis Aquiles Moreno (AD) y Enrique Márquez (UNT).

«Tal vez Guaidó vuelva a negar todo esto, pero que conste que fue una periodista opositora quien lo acusó con pruebas», subrayó el moderador del programa.

Acotó que el prófugo Julio Borges sigue diciendo que el problema de la gasolina se origina en “el regalo de petróleo a Cuba”, mientras el gobierno interino diseñó este plan para robar a casi una veintena de países de Petrocaribe, bajo el subterfugio de «recuperar» los activos. 

«Un portal ultraopositor PanamPost dice: ‘el panorama sigue igual: los fondos sin recuperarse, el gobierno interino desmoronándose y  (según dicho medio) la economía del país a un paso del default'», agregó Pérez Pirela a las reacciones  generadas por la denuncia de Poleo.

«Desgraciadamente, la oposición se ha centrado en una especie de intención manifiesta de hacerse del dinero de los venezolanos y las venezolanas. Estos ladrones de cuello blanco no tienen ninguna intención de llegar al poder. Hemos insistido en que su única intención es hacerse de todo el dinero que han bloqueado, de las empresas que han robado, en la forma más rápida posible porque en diciembre se le acaba el tiempo para manipular a la comunidad internacional que, de más en más, se viene dando cuenta de lo que pasa».

El bloqueo: crimen sin disimulo

Pérez Pirela dedicó buena parte del programa a reflexionar acerca de la forma abierta como hablan los voceros de EEUU y de la extrema derecha venezolana sobre el criminal bloqueo que  se ejerce contra Venezuela.

Citó declaraciones  de Richard Nephew, exasesor de Barack Obama para el diseño y seguimiento de la agresión contra Irán, quien explicó con lujo de detalles que al imponerle a un país medidas coercitivas unilaterales lo que se procura es que la gente de esa nació sufra  las peores penurias, buscando un alzamiento del pueblo y de las fuerzas armadas.

«El bloqueo es una estrategia para sofocar al pueblo venezolano. Parecida a la técnica racista de los policías de EEUU contra los ciudadanos, especialmente los afrodescendientes. Hasta ahora no han tenido resultados. Pero queda  claro que estamos frente a una guerra, las cosas deben ser llamadas por su nombre. A confesión de parte, relevo de pruebas: son los propios EEUU los que han dicho que van a hacer sufrir al pueblo. Pompeo, Trump y otros expresan voluntad manifiesta de ahogar al pueblo venezolano. Quien no lo quiera ver, que no lo vea. Tristemente, una parte de la población ha sido arropada por la campaña mediática de años y años. No llamar a esto guerra es una especie de ceguera voluntaria. Ha pasado por la intención de asesinar a líderes y ciudadanos venezolanos y crear las condiciones para una guerra civil».

Recordó programa día anterior, en el que se analizó el problema de la gasolina y se le atribuyó a concausas como el bloqueo, la corrupción y el  bachaqueo. Dijo que generó reacciones virulentas tanto de la derecha como de la extrema izquierda, que «casi nos tilda de traidores».

«Hay una moda, en la que no voy a caer, de tratar de exculpar al gobierno de EEUU y a los que promueven las sanciones, diciendo que si no tenemos agua, gasolina o electricidad es porque el gobierno venezolano es malo. No tomar en consideración el bloqueo en estos problemas es una actitud de mucha ironía y sarcasmo», enfatizó.

A su juicio, mucha gente no cree que haya una guerra en desarrollo contra Venezuela porque durante mucho tiempo esta palabra se usó como muletilla para ocultar las otras causas de los problemas, atribuyéndoselos todos a la guerra económica. «Ese uso exagerado condujo a muchos a pensar que se trataba de una mera excusa. Ahora tenemos todas las pruebas de esta guerra despiadada en la que se usan métodos de piratería contra insumos humanitarios. Estamos en medio de una pandemia y se coarta la posibilidad de luchar contra ella en mejores condiciones. Esto es un acto contra los derechos humanos, un acto de guerra y de lesa humanidad».

Un participante opinó que Venezuela paga las consecuencias de haber insultado a los gobiernos de otras naciones. Pérez Pirela refutó diciendo que en 2006 teníamos, por ejemplo, las mejores relaciones con la Francia de Jacques Chirac, un presidente de derecha, y con Portugal, país con el que se emprendió el programa de las Canaimitas. «Lo que ha ocurrido luego es que muchos de esos países se plegaron a la línea de Trump. Ahora están tratando de retirarse silenciosamente, al punto de que solo una veintena de países está respaldando a Guaidó, aunque la prensa global dice que tiene el apoyo de la comunidad internacional».

Coincidió con otro participante, que señaló que EEUU viola constantemente el derecho internacional y los organismos que deberían oponerse a ello, como la Organización de las Naciones Unidas, son inoperantes.

Añadió el moderador que los gobiernos de EEUU incumplen las normas diplomáticas cuando les quitan las visas a los representantes ante la ONU o la OEA de países con los que tienen conflictos, valiéndose de que estos organismos tienen sus sedes en Nueva York y Washington. Además, la OEA ha sido utilizada como instrumento de EEUU para perpetrar golpes de Estado en la región.

Otro punto que generó el diálogo entre el moderador y la audiencia fue el relativo a los altos funcionarios que son cambiados de un cargo a otro, sin que esté clara su capacidad y formación. “Siempre he dicho que los mejores deberían estar en esos cargos y no hablo de eso que llaman meritocracia. Cuando se ven las mismas caras durante veinte años no es un buen mensaje para el pueblo. Desde hace años he criticado el juego de las sillas porque no ha dado buenos resultados”, manifestó el comunicador.

El tema derivó hacia otro terreno cuando un integrante del público comentó que era necesario “limpiar a la burocracia de izquierda”. Pérez Pirela advirtió que, dicho de ese modo, puede entenderse como una propuesta fascista. “Cuando se dice ‘limpiar’, ¿hablamos de eliminar gente, de asesinarla? Eso, además de irreal es estúpido porque el chavismo no se va a dejar ‘limpiar’. Gran parte de la debacle de la derecha ha sido ese empeño en asesinar a la izquierda. Han asesinado a gente por tener una franela roja. En Venezuela la lucha es también con el fascismo. Le vimos la cara de frente a través de las mal llamadas guarimbas”, aseveró.

Pretendiendo aclarar el punto anterior, algunas opiniones vincularon la corrupción con el socialismo. Pero el presentador preguntó qué pasa con los países donde gobierna o ha gobernado la derecha y han estallado escándalos de corrupción sumamente graves, que mal podrían atribuirse al socialismo. Mencionó Perú (en proceso de destituir a otro presidente, por irregularidades administrativas), la Argentina de Macri, y Brasil, con Bolsonaro. Recomendó que a la hora de hacer análisis políticos se execren las generalizaciones, los siempre y los nunca, porque conducen a conclusiones distorsionadas. Agregó que, además, muchos gobiernos que se han dicho socialistas y han tomado las banderas de la izquierda, han terminado por traicionarlas, de modo que la corrupción no es atribuible a esta ideología.

En ese mismo orden de ideas, no estuvo de acuerdo con una opinión sobre la culpa de la Guardia Nacional Bolivariana en la corrupción. “Una vez más, debemos evitar referirnos a toda una institución por la conducta de algunos de sus miembros. Lo digo aunque sé, y siempre lo he denunciado, que parte del bachaqueo tiene complicidad de funcionarios públicos”.

Varios usuarios señalaron que los más recientes acontecimientos ponen a Venezuela en el epicentro de la pugna geoestratégica mundial. “Estoy de acuerdo: lo que pase en Venezuela va a determinar lo que pase en la región e, incluso en el mundo. Venezuela es una señorita de barrio, que todos pretenden. Ahora quieren poner a Colombia y a Brasil como puntales para la invasión, pero una cosa es desearlo y otra es hacerlo”.

Desde Colombia, un participante denunció que los noticieros no hablan de los asesinatos y la represión en esa nación. Pérez Pirela añadió que tampoco se dice en la prensa mundial que Colombia es uno de los epicentros actuales del coronavirus. “Solo quieren hablar de Venezuela”, subrayó.

Otro usuario dijo que es necesario denunciar el aumento exagerado y constante de los precios de todos los bienes de primera necesidad. El director de LaIguana.TV recalcó que en este portal se aborda ese tema de manera cotidiana, gracias al trabajo de calle de su reportera estrella Mirelvis Gutiérrez.

Libro

Recomendó la lectura del libro Joselo, una biografía con abundante material gráfico del genial humorista venezolano, escrita por su viuda, la actriz Mary Soliani.

(LaIguana.TV)