El jueves 4 de febrero, durante la inauguración de un parque sanitario en la ciudad de Villarrica, en Paraguay, el presidente Mario Abdo Benítez protagonizó una polémica que se hizo viral en las redes sociales, cuando el mandatario fue abordado por un ciudadano de profesión taxista, quien le hizo una petición de medicamentos para su hermano hospitalizado en terapia intensiva por el coronavirus, a la que el mandatario respondió: “Yo no soy médico, Moopio che aikuaapáta (¿Cómo yo voy a saber todo?, en guaraní)”.

La indignación y el rechazo ante tal expresión del jefe de Estado paraguayo no se hicieron esperar, sin embargo, para enmendar su falta de humanidad Benítez instruyó momentos después, proveer de los insumos al taxista identificado como Joel Oviedo, una entrega que fue divulgada horas después en un video en el que el señor Oviedo da las gracias al político, del conservador Partido Colorado.

El suministro de insumos al taxista elevó los reproches contra Abdo Benítez y a su Gobierno en las redes, acto al que los usuarios calificaron de escenificación.

Paraguay cuenta con un precario sistema de salud pública que ha sido objeto de protestas, tras destaparse varios escándalos de corrupción en compras de insumos para afrontar la pandemia de la COVID-19, lo que costó el puesto a varios altos funcionarios

El malestar ciudadano se ha incrementado en los últimos meses en las redes, con nuevos casos de corrupción, como obras de infraestructura recién inauguradas que han quedado arrasadas por las pasadas lluvias y bajo sospechas de sobrecostos.

Paraguay, con unos siete millones de habitantes y un cuadro social marcado por la desigualdad, acumula desde marzo de 2020 unos 135.00 contagiados por el SARS-CoV-2 y alrededor de 2.765 fallecidos por la covid-19.

(EFE)