Héctor Luis Palma Salazar, mejor conocido como “El Güero” debido a su tez blanca, su cabello rubio y sus ojos azules, es un narcotraficante mexicano que posee una de las historias más sangrientas y trágicas en la historia de los cárteles de la droga en el referido país.

Siendo este, junto a Joaquín “El Chapo” Guzmán, uno de los pupilos del mayor narcotraficante de cocaína y marihuana en México, pronto se convirtió en uno de los principales cabecillas en el mundo del narco con el Cártel de Sinaloa.

Pero su reinado duró poco. Las vicisitudes pronto llegarían a su vida de la mano de un venezolano y de la alianza que este último forjaría con su poderoso exjefe.

La alianza

Palma Salazar nació en La Noria de Abajo, en el municipio de Mocorito, en el estado de Sinaloa, posiblemente el día 25 de diciembre de 1940. Debido a la escasez de recursos de su familia, solo pudo culminar los estudios primarios. Siendo un adolescente, se dedicó al robo de automóviles.

Al poco tiempo, debido a su fama como delincuente, llamó la atención del líder del Cártel de Guadalajara, Miguel Ángel Félix Gallardo. Este último, un policía desertor, era conocido como “el Jefe de Jefes” o “El Padrino”.

A partir de los años setenta fue contratado por Félix Gallardo como sicario y también como contrabandista de cocaína en el estado de Sonora. Joaquín “El Chapo” Guzmán Lorea, quien también trabajaba en aquella época para este capo, no tardó en hacerse amigo de “El Güero”.

Pero pronto la discordia destruyó la relación existente entre jefe y subordinado. Palma Salazar fue acusado por su superior de quedarse con un cargamento de drogas y esto dio inicio a una serie de enfrentamientos.

Una historia de venganzas

Para finales de la década de los ochenta, Félix Gallardo y su clan comenzaron a sentirse desplazados por los jóvenes Guzmán y Palma (ambos líderes del Cártel de Sinaloa).

Palma ya se había convertido en el planificador y ejecutor del tráfico de drogas entre Sonora y los Estados Unidos. Incluso fue él quien introdujo toneladas de cocaína y otros estupefacientes al territorio norteamericano.

Fue entonces cuando entró en juego el “guapo” venezolano Rafael Clavel Moreno. Este último, aliado encubierto de Félix Gallardo, comenzó a trabajar como subordinado de “El Güero”.

Clavel Moreno, aprovechando las ausencias de su jefe, quien permanecía muy ocupado liderando su organización criminal, se dedicó a conquistar a su esposa, Guadalupe Lejía. Ambos se convirtieron en amantes. La dama pronto abandonó a su marido.

Los amantes terminaron robándose la suma de 2 millones de dólares. Ambos huyeron a la ciudad de San Francisco, Estados Unidos, con los dos hijos del narcotraficante.

Fue entonces cuando se descubrió que el joven narco trabajaba como sicario para Félix Gallardo. Clavel asesinó a Lejía y terminó cortándole la cabeza. Posteriormente huyó con la fortuna y con los hijos del capo.

Al poco tiempo “El Güero” recibió la cabeza de su mujer. Posteriormente Clavel Moreno le envió un video en el que se veía cuando este lanzaba a los dos hijos de Palma (Nataly de 4 años y Héctor de 5 años) desde el Puente de la Concordia, en la ciudad de Caracas.

Las muertes presuntamente habían sido ordenadas por Félix Gallardo y por su familia. Por este motivo, en venganza, “El Güero” ordenó el asesinato de nueve amigos y de varios familiares de su exjefe (entre estos su suegra). Algunos cadáveres fueron hallados con múltiples golpes, fractura de cráneo y estallamiento de vísceras.

A partir de entonces comenzó una tregua en la que ambos narcotraficantes decidieron detener los ataques y, sobre todo, no agredir a las familias.

No obstante, de acuerdo al periodista Raúl Monge de la revista Proceso, la tregua no aplicó para el venezolano. Palma no iba a permitir que la tragedia que había vivido su familia quedara impune.

“El Güero” planificó su venganza contra Clavel Moreno desde la cárcel. Este último, cabe destacar, fue detenido por autoridades de nuestro país y acusado por el delito de asesinato de menores. El exsicario fue asesinado entonces en prisión bajo “extrañas circunstancias”.

Más tarde, los tres hijos del venezolano fueron asesinados uno tras otro. No se supo nada de los responsables.

El conflicto aún no termina

Recientemente la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de México confirmó el hallazgo de los cadáveres de María Jimena Palma Romero y Cintia Mercedes Romero Verdugo (madre e hija), cuñada y sobrina de “El Güero”. Ambas mujeres habían desaparecido el pasado 30 de diciembre de 2020.

Según las averiguaciones, las dos fueron raptadas por cuatro personas en Ciudad Obregón, Sonora.

“El Güero”, por cierto, le construyó a su familia un mausoleo con valor estimado en 420.000 dólares en el Panteón Jardines del Humaya, en Culiacán, Sinaloa. En la cúpula de la construcción hay una pintura de su esposa e hijos.

Actualmente “El Güero” Palma permanece encerrado en el penal del Altiplano, en el Estado de México.

(LaIguana.TV)