El comunicador y doctor en filosofía Miguel Ángel Pérez Pirela explicó las reacciones de organismos como la Organización de Naciones Unidas (ONU) ante el endeudamiento progresivo de países de Latinoamérica con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a raíz de la pandemia de COVID-19.

Así lo indicó en su programa Desde Donde Sea, transmitido por laIguana.TV, donde refirió que los efectos de este endeudamiento masivo, suscrito, además, con tan duras condiciones, han sido señalados en el seno de la ONU, quien a través de su Secretario General, António Guterres, solicitó al FMI y al Banco Mundial «retrasar o cancelar los cobros en los países de la región», pues en el marco de la crisis del coronavirus, se podría producir «una gran crisis de liquidez».

En enero de 2021, el FMI ya había destinado unos 66.500 millones de dólares a la región, lo que representa un 63% del desembolso total de 106.000 millones de dólares que había destinado a 85 economías en desarrollo.

Entre los países que solicitaron ayudas se cuentan: Bolivia, Costa Rica, Dominica, Ecuador, El Salvador, Granada, Haití, Panamá, Paraguay, República Dominicana y Santa Lucía. El menor monto correspondió a Dominica con 14 millones de dólares en préstamos, mientras que el más alto fue de 650 millones de dólares para República Dominicana.

La investigación adelantada por el equipo de Desde Donde Sea, deja en claro que el FMI autorizó los desembolsos para paliar la emergencia sanitaria y reconoció las políticas sociales aplicadas hasta el momento por los gobiernos, aunque advirtió que la etapa pospandemia se deberán repetir las añejas recetas de ajustes de gasto público, lo que implica, entre otros aspectos, recortes o eliminación de las pensiones pensiones, así como reducción de la inversión en educación y salud.

(LaIguana.TV)