Argentina y Brasil son dos de las naciones suramericanas más afectadas por la pandemia de COVID-19, pero la actuación de sus gobiernos para atender la emergencia y frenar los contagios no puede ser más distinta.

Así, en su programa Desde Donde Sea, el comunicador, filósofo y analista político venezolano Miguel Ángel Pérez Pirela refirió las medidas que al respecto han adoptado Alberto Fernández y Jair Bolsonaro.

En Argentina, tras el anuncio de Fernández de haber contraído coronavirus a pesar de haberse vacunado, se reavivaron «las campañas de desinformación en torno a la vacuna por parte de la oposición partidista y mediática», relató.

De otra parte, en razón de la creciente ola de contagios y del colapso casi inminente de las clínicas privadas en la ciudad de Buenos Aires, médicos alertaron sobre la posibilidad de que se desatara una «catástrofe sanitaria», a lo que el gobierno respondió intentando «consensuar nuevas medidas restrictivas, a las que la oposición se negó de antemano», detalló el también director de LaIguana.TV.

A pesar de esto, el Ejecutivo prohibió los vuelos desde y hacia Brasil, México y Chile, redujo los vuelos internacionales, al tiempo que limitó la circulación nocturna, el uso del transporte público y las reuniones sociales.

En contraste, la situación en Brasil no podría ser más distinta, pues su presidente, Jair Bolsonaro, sigue resistiéndose a decretar un confinamiento de alcance nacional, «lo que ha obligado a gobernadores de determinados estados a diseñar y poner en marcha restricciones por su cuenta, para tratar de aplacar la tragedia, que ya suma 300.000 muertos, 6.000 de ellos pertenecientes al sistema de salud», puntualizó el analista.

Para concluir, recuperó las declaraciones del neurocientífico brasileño Miguel Nicolelis, quien opinó que la situación de su país es tan dramática, que se asemeja a «un reactor nuclear que ha detonado una reacción en cadena y está fuera de control» y calificó la tragedia como «un Fukushima biológico».

(LaIguana.TV)