“Lo digo por la calle del medio: Colombia sigue haciendo todo lo posible por propiciar una guerra contra Venezuela. Si se comprueba que Jesús Santrich fue asesinado por fuerzas de élite colombianas en territorio venezolano, estaríamos ante un nuevo casus belli, un motivo de guerra, que se suma a los otros casus belli y provocaciones que han venido desde Colombia en los últimos años”, expresó Miguel Ángel Pérez Pirela en su espacio de análisis Desde Donde Sea. 

El programa -que estrenó este día martes 18 de mayo un formato más propicio para la interacción de la audiencia- abordó el que había sido, desde primera hora, el tema del día, pero también el contexto general en que esta información surge: la crisis del gobierno de Iván Duque en la tercera semana de paro nacional e intensas protestas a las que intenta ahogar con una cada vez más violenta respuesta represiva. 

“Si es verdad que Santrich fue muerto en territorio venezolano, no tengo la menor duda de que lo asesinó EEUU porque cuando se dice ‘grupo de élite colombiano’ es igual a que se diga ‘fuerzas de EEUU’”, expresó el filósofo y comunicador. 

¿Hecho real o falso positivo?

El análisis partió de la “noticia” de la presunta muerte de Santrich, difundida por la revista Semana.  

De entrada, Pérez Pirela aclaró que “tenemos muchísimas dudas de todo lo que viene de esa revista, sobre todo si tiene el apoyo de algún vocero del gobierno de Duque. Se dice que habría muerto y habría sido en Venezuela y citan a una altísima fuente venezolana, pero no la identifican. No podemos afirmar ni negar, pero si podemos dudar, vista la experiencia que nos da la especialización de Colombia en falsos positivos. Todo parece indicar que es cierto que fue asesinado, pero el caso adquiere un tono muy diferente si lo fue en territorio venezolano”. 

“En el caso de Colombia, se confirma el dicho aquel de ‘piensa mal y acertarás’ –continuó-. No olvidemos que Colombia ha utilizado su territorio como base, como cabeza de playa para ataques reiterados contra Venezuela. En el caso de la Operación Gedeón, fue una invasión incluso con mercenarios estadounidenses. Desde Colombia, confesado ya por sus autores, se intentó asesinar al presidente Nicolás Maduro, al alto mando militar, el tren ministerial y a representantes de todos los demás poderes públicos”.  

Señaló que un elemento interpretativo importante a considerar es que unas horas antes de difundirse la especie, Duque había mandado a sacar las Fuerzas Armadas en todo el territorio nacional colombiano en contra de las protestas. “En un primer momento, el despliegue fue solo en Cali, pero ahora, como no cesan y se extienden, es toda Colombia la que está militarizada. Qué casualidad que ahora precisamente cuando recomienzan con mayor fuerza las protestas, nos encontramos frente a estas noticias del asesinato de Santrich supuestamente en Venezuela”. 

Para el presentador, es evidente que el gobierno colombiano y la periodista Vicky Dávila, directora de Semana, han perdido toda credibilidad. “De hecho, en un seguimiento pormenorizado de la línea editorial de este medio, que era una revista de grandísimo prestigio internacional, se demuestra que suele ser plataforma para el lanzamiento de falsos positivos. Semana fue vendida y ahora sus propietarios, que colocaron a Vicky Dávila en la cabeza, imponen una línea completamente uribista. En las últimas semanas, la línea editorial de Dávila y Semana ha sido minimizar las protestas en Colombia, silenciar la represión y estigmatizar a los protestantes, en su mayoría jóvenes, tildándolos con toda clase de epítetos, entre ellos terroristas y vándalos”. 

“El meollo de la cuestión es que, si es cierto que asesinaron a Santrich, estamos hablando de uno de los voceros fundamentales del Acuerdo de Paz, el mismo que llevó a Santos a recibir un Premio Nobel de la Paz. Pero si, además, se hizo en territorio venezolano, imagínense de qué estamos hablando… ¿significa que las Fuerzas Armadas Colombianas entraron a territorio venezolano? Son muchas las preguntas que surgen. Hay un gran silencio sobre el tema, el cual preocupa mucho porque la situación interna en Colombia es muy dura, con la represión generalizada y este asesinato, que complica todo, principalmente si se produjo en Venezuela. Si es verdad, es un casus belli, un motivo de guerra, que se suma a los otros casus belli y provocaciones que ha venido desde Colombia”, enfatizó. 

Avances en televisión 2.0

Antes de ahondar en el tema, dio las gracias al Equipo de Producción por las innovaciones que han comenzado a ponerse en práctica y que permiten que los mensajes de los participantes salgan en la pantalla, como inserts. “Nos estamos acercando más a la televisión 2.0. Queremos hacer un mejor trabajo para ustedes, que han convertido a este programa en una referencia latinoamericana y, en lengua castellana, en Estados Unidos y Europa. Estamos comprometidos en convertirlo en un faro de honestidad y lealtad para con ustedes y con nuestras luchas”, dijo. 

En esta emisión, el programa también comenzó a transmitirse a través de la cuenta Instagram del portal laiguanatv. 

Así fluyó la noticia

Al reconstruir los acontecimientos mediáticos del día, expuso que la revista Semana lanzó la versión de la supuesta baja de Santrich, atribuida a un enfrentamiento “entre ilegales”.  

“Nosotros hemos tenido mucha cautela durante todo el día porque sabemos que así debe manejarse lo que digan el gobierno de Colombia y medios como Semana, ya que es evidente que las protestas los tiene locos, se han olvidado de todo principio ético”, recalcó Pérez Pirela y leyó fragmentos de una nota publicada por LaIguana.TV en la que se advierte que Colombia es un país donde fabricar fake news, montar falsos positivos y lanzar potes de humo es ya parte del modus operandi cotidiano de la élite gobernante, indisolublemente asociada con su aparato mediático. 

La presunta noticia ha sido tendencia en las redes sociales y se mantiene como tal, aunque, pasadas ya doce horas, seguía sustentándose en un tuit de la periodista colombiana Vicky Dávila, directora de la revista, y en una muy ambigua “confirmación” del ministro de la Defensa neogranadino, Diego Molano. 

El trino de la periodista decía: “Atención! Es cierto, Jesús Santrich murió en Venezuela en medio de un enfrentamiento entre ilegales. Noticia en desarrollo en http://semana.com”, escribió la periodista, quien desde que tomó las riendas de la publicación, en noviembre pasado, ha llevado al otrora respetado medio al predio franco del uribismo mediático. 

Al revisar la nota publicada en la página web de Semana sobre la supuesta “noticia en desarrollo” no se encuentran datos adicionales, salvo que la información supuestamente se basa en unas ignotas “fuentes venezolanas”. Para ampliar el texto se incluyen aspectos biográficos de Santrich, cuyo nombre real es Seuxis Paucias Hernández Solarte. 

El ministro, por su parte, escribió: “Información de inteligencia señala que en presuntos enfrentamientos ocurridos ayer en Venezuela habría muerto alias «Santrich» y otros delincuentes. Información en verificación. De confirmarse este hecho, se comprueba que en Venezuela se refugian narcocriminales”. 

No es en absoluto extraño que el gobierno colombiano lance este tipo de informaciones valiéndose de los grandes medios de comunicación que controlan, pues estos pertenecen a la misma oligarquía gobernante. 

La misma revista Semana publicó una “noticia” según la cual el candidato izquierdista Andrés Arauz había recibido financiamiento del Ejército de Liberación Nacional (ELN), lo que se habría probado mediante materiales archivados en la computadora de Andrés Vanegas Londoño, el comandante Uriel. Tras la divulgación de esta historia, haciéndose automáticamente eco de ella, el mismísimo fiscal general de Colombia, Francisco Barbosa, viajó a Ecuador en medio de una campaña presidencial para acusar a Arauz.  

Poco después se comprobó que el informe era un montaje. Otro medio colombiano, El Espectador, publicó una nota titulada: “El sonido de un pájaro ayudó a probar que un supuesto video del ELN era falso”. 

“Sin embargo, hay que destacar que en Ecuador, ese tipo de maniobras, basadas en un falso positivo, incidieron en el resultado electoral, pues Arauz fue derrotado”, comentó el presentador. 

La “información” sobre Santrich también tiene las características típicas de un tema de distracción, de un pote de humo para desviar la atención de la tensa situación interna de Colombia, justo después de que Duque ha ordenado que se despliegue en todo el país (ya no solo en Cali) todas las fuerzas disponibles para acallar la protesta popular. 

La oligarquía colombiana se encuentra contra las cuerdas, tras casi tres semanas de paro y con un saldo sangriento en cuanto a personas asesinadas, heridas, desaparecidas y detenidas. Por eso sería muy pertinente un tema que dirija la atención hacia Venezuela, uno de los motivos más recurrentes de sus falsos positivos.  

Se pretende distorsionar lo que ha venido ocurriendo en la zona fronteriza de Apure, donde la Fuerza Armada Nacional Bolivariana se enfrenta a grupos criminales colombianos desde hace ya más de un mes, mientras el gobierno colombiano se hace de la vista gorda y con ello protege a los que ellos mismos llaman ilegales. Esta actitud, dicho sea de paso, echa por tierra las versiones de que son grupos disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP, en las que milita Santrich). 

El asiduo participante Diógenes expresó sus dudas acerca de que Santrich haya estado en Venezuela recientemente. Pérez Pirela acotó que, en todo caso, es muy saludable para la tan enferma oligarquía colombiana decir, justo en las actuales circunstancias, que el líder guerrillero fue muerto y que esto ocurrió en Venezuela. “No tengo la menor duda de que a Santrich lo asesinó EEUU porque quien dice grupo de élite colombiano dice fuerzas de EEUU. Sea cierto o sea un falso positivo, la muerte de Santich y, sobre todo, su muerte en Venezuela, lo que sí es evidente es que Colombia sigue haciendo todo lo posible para propiciar una guerra contra Venezuela. Lo digo por la calle del medio”. 

El tema que quieren ocultar

“Hay una trampa en la que no vamos a caer: no vamos a dejar de hablar de las protestas en Colombia porque eso sería invisibilizar a un joven pueblo al que le están sacando los ojos y desapareciéndolos al mejor estilo de Pinochet”, dijo el presentador, resaltando la información sobre otro de los crueles mecanismos de represión que se están poniendo en práctica en el país vecino: una joven menor de edad se suicidó porque fue violada por la Policía Nacional. 

El lunes se registró otra muerte, que se suma a las más de cuarenta ocurridas en tres semanas. El deceso ocurrió a media hora de Cali, en una jornada en la que hubo también una decena de heridos de gravedad, y muchos afectados por gases lacrimógenos, entre ellos niños y adultos mayores. 

Esto ocurrió cuando se habían producido algunos avances en las conversaciones entre los manifestantes y las autoridades de Cali para levantar los bloqueos de vías y permitir corredores humanitarios. El alcalde Jhon Jairo Santamaría invitó al gobierno nacional a asumir su responsabilidad y aseguró que no dará órdenes para que se actúe contra su comunidad, pues también es un ciudadano. 

“Qué desastre de país, se le está cayendo la máscara a la democracia ejemplar latinoamericana”, apostilló Pérez Pirela, antes de citar las palabras del senador Gustavo Petro, quien dijo que “el gobierno dialoga de día y mata de noche”. 

Puntualizo que Petro está adelante en todas las encuestas para la presidencia de Colombia, un cargo que debería estar desempeñando actualmente, pero le robaron las elecciones. 

Las cifras son reveladoras de la intensidad que ha tenido el conflicto. Desde el 28 de abril, la Defensoría del Pueblo ha abierto 120 investigaciones, en las que se confirma que han muerto al menos 42 personas, 41 civiles y un uniformado. Hay, además, 1 mil 600 lesionados. 

La mitad de los casos ocurrieron en Cali. En esta ciudad atentaron contra el consejero Joe Sauca, de la Minga Indígena, quien se encontraba en las calles apoyado el paro. 

Las acciones contra los manifestantes indígenas no han generado consecuencias judiciales. Hace ya varios días, hombres armados dispararon contra la Minga y luego se fueron en una camioneta blindada, de la Policía Nacional, lo que quedó grabado en varios videos, pero el gobierno y los medios aliados presentaron este hecho como un enfrentamiento entre civiles. “¿Ha habido un privado de libertad por estos hechos? Piedad Córdoba se hizo la pregunta. No, nadie. Se denunciaba que el ESMAD estaba disparando contra la Minga en Ecopetrol en Yumbo y no pasa nada. Para llamar enfrentamiento a las masacres, hacen que los policías se vistan de civil”, denunció. 

En medio de todos estos acontecimientos se presentó la renuncia del general Juan Carlos Rodríguez, comandante de la Policía de Cali.  

A las 9 de la noche del lunes, Duque, durante una entrevista con Caracol, ordenó el máximo despliegue de fuerzas públicas, supuestamente para desbloquear vías. Con esto dio una patada a la mesa nacional de garantías que había anunciado temprano el Alto Comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, quien había afirmado que el gobierno convocaba a diversas organizaciones.  

El Comité del Paro considera que el gobierno no tiene la voluntad de actuar en la dirección de frenar la represión. La respuesta a la solicitud de garantías es la tierra arrasada del paro nacional. Dicen que Duque no reconoce la gravedad ni la dimensión de la violencia estatal contra los manifestantes ni los casos denunciados por las organizaciones de derechos humanos y en las cifras del gobierno se mezcla daños a las personas con daños a las cosas. Por estas razones, Bogotá vivió otro día de protestas contra la ausencia de garantías y la violación de derechos humanos.  

“Repito lo que he dicho varias veces en programas anteriores: si Duque sigue con esa manguangua, le van a terminar pidiendo la renuncia y exigiendo elecciones anticipadas. Él es el típico personaje que está actuando deplacé, como dicen los franceses, fuera de lugar, al pensar, al creer que tiene más fuerza de la que tiene”, aseveró. 

“El fin de semana, al margen de las protestas, asesinaron a otros dos líderes sociales y a otro excombatiente de las FARC-EP. Es muy triste decirlo, pero son 63 asesinatos de líderes sociales en lo que va de año, 8 desde mediados de abril. Así como asesinaron a un partido entero, no solo asesinan a miembros de partidos sino a líderes sociales, campesinos, estudiantes, etcétera”, acentuó el presentador. 

“Hay otro tema que en lo particular me conmueve, me parece casi una pesadilla. Ya era bastante saber que, siguiendo el modelo chileno, se estaba reprimiendo a los y las jóvenes, disparándole balas de goma a los ojos. Ahora vemos que se viola a las mujeres que protestan, incluyendo adolescentes. Los policías abusan de ellas o amenazan con violarlas. La ONG Temblores hizo la denuncia luego de contabilizar 16 episodios de violencia sexual. Entre las víctimas se cuenta una adolescente de 17 años, quien se suicidó luego de denunciar que agentes del ESMAD la violaron en Popayán. Esto ha hecho recrudecer los enfrentamientos en esa ciudad y en Cali, Bogotá, Palmira y Acacías. Otra joven de 18 años fue amenazada con ser violada para llevarla a una comisaría. Hay videos de esta agresión. Luego se informó sobre otros 14 casos en el Valle del Cauca y 3 en Popayán”.  

Indicó Pérez Pirela que todos estos casos serán remitidos a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, pero expresó su desconfianza en lo que pueda hacer este organismo dependiente de la Organización de Estados Americanos. “La CIDH pidió autorización del gobierno para ir a verificar si se están cometiendo abusos contra los derechos humanos… Señores de la CIDH, ¿es que hace falta ir para comprobarlo? Allí están los videos, ¿qué más pruebas necesitan? ¿O será que lo que quieren es que vaya Almagro a tomar whisky en el Hilton de Bogotá con Uribe?”.  

Las penurias de Colombia no terminan en todo esto, pues también está la covid-19, que no remite en su ataque.  

En el más reciente informe del Ministerio de Salud y Protección Social, correspondiente al lunes 17, se registraron 12 mil 984 nuevos casos, 509 fallecidos para un total de 81 mil 809 durante la pandemia. Hay 2 millones 931 mil 280 contagiados que se han recuperado y 107 mil 971 casos están activos. Partiendo de estas cifras se decretó toque de queda como medida preventiva en Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla. “Se las sabe todas, este gobierno”, dijo Pérez Pirela y añadió, como dato para la comparación, que en Venezuela ha habido en los últimos días alrededor de 1 mil 400 casos diarios y entre 10 y 15 fallecidos. 

Interacción

La emisión de este día tuvo cifras récord de participación y de apoyo a través de los “me gusta” de la plataforma Youtube. La nueva modalidad de presentación de los comentarios de la audiencia fue muy bien acogida. 

En la parte final, respondiendo a preguntas del moderador, informaron acerca de la situación del momento en Colombia y respecto al tratamiento que se le está dando al tema en otros países.  

Los participantes desde Colombia reseñaron sobre los desmanes de los cuerpos de seguridad, las dificultades de abastecimiento y los elevados precios de los artículos de primera necesidad que ya comienzan a sentirse. Las noches son particularmente horribles porque se desata la represión. En Bucaramanga se agrede brutalmente para que la gente se retire de las protestas. En todo el país se les echa la culpa a las guerrillas, mientras los organizadores del paro exigen garantías para la negociación. La información está ausente de los grandes medios. Solo en redes sociales fluyen las noticias, pero no duran mucho, porque de inmediato las tumban. 

En cuanto a la información hacia el exterior, en Ecuador, Estados Unidos, México, Perú, España, Brasil, República Dominicana, Puerto Rico y Chile se reporta que los medios publican muy poco o nada respecto a las protestas y la represión en Colombia.  

A pesar de ello, se han presentado manifestaciones de apoyo al paro en Nueva York y Barcelona (Cataluña) y otras ciudades de Estados Unidos y Europa. 

Algunos participantes cuestionaron severamente a la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la chilena Michelle Bachelet porque ante el caso de Colombia “está sorda, ciega y muda”. 

Otros integrantes de la audiencia destacaron la labor de LaIguana.TV y del programa Desde Donde Sea, en la ruptura del cerco informativo que se ha tendido alrededor del tema colombiano. 

(LaIguana.TV)