En una entrevista, el periodista mexicano Fernando del Rincón dejó contra las cuerdas al político ultraderechista venezolano Leopoldo López, que al ser inquirido por el comunicador sobre temas como el rechazo entre sectores opositores, la procedencia de los fondos del así llamado «interinato», las disputas con Primero Justicia o el hecho de que la gente piense que Juan Guaidó es su «títere», respondió con evasivas.

Del Rincón, cuya simpatía por el ala extremista de la oposición es pública, fustigó a López por las protestas con las que fue recibido en la ciudad de Miami, bastión internacional del antichavismo más radical y él se defendió alegando que aunque respetaba «la posición que pueda tener cualquier persona de protestar», el que le tildaran de «colaboracionista de la dictadura» era «jalar» un poco la cosa.

En otro punto de la conversación, el dirigente aludió a la inexistente unidad de las fuerzas opositoras en Venezuela y el periodista, además de señalarle que en el presente eso era «completamente cuestionable» y que esa era la razón por lo que sus otrora seguidores los tachaban de «colaboracionistas», le echó en cara las fricciones con Julio Borges, pseudocanciller de Guaidó, y su partido, Primero Justicia.

Ante esto, López eludió la respuesta directa, trasladó a Borges la responsabilidad de ofrecer la explicación que se le demandaba y le acusó de actuar sospechosamente: «Julio y su partido tienen que darle una explicación a los venezolanos, pero creo que entrar en una discusión de dimes y diretes, sacar nosotros un comunicado y entrar en esa pelea entre unos y otros, no nos va a llevar a ninguna parte. No sé cuáles son sus motivaciones. Creo que las tiene que explicar porque es sospechosa la manera como ha venido actuando».

Todavía peor fue lo que arguyó al ser emplazado por Del Rincón para que explicara de dónde procedían los fondos con los que él, Guaidó y otros personeros vivían, pues dado el escándalo de Monómeros, la gente podía perfectamente pensar que procedían de allí.

En este caso, simplemente respondió que desde que salió de Venezuela, vivía «con el apoyo» de su familia y que había tenido que reinventarse.

Una situación similar se presentó cuando se le preguntó directamente si Guaidó era su «títere» y se limitaba a ser un «operador» de sus «decisiones». Aquí López negó la especie y refirió una conversación que supuestamente sostuvo con el exparlamentario el 1° de enero de 2019, poco antes de que este se juramentara como presidente de la Asamblea Nacional.

Siempre según su versión, entonces le dijo: «Mira, Juan, es muy probable que a partir de tu nombramiento en la Asamblea Nacional te cambie la vida, vas a tener un apoyo tremendo. (…). Esa es la parte fácil de lo que te va a tocar. Eso es como caminar una pasarela en un concurso de belleza y repartir besitos, eso es fácil. Pero después vas a caer».

(LaIguana.TV)