El Gobierno de México anunció que admitirá temporalmente y «por razones humanitarias» a inmigrantes deportados por EEUU que no son ciudadanos mexicanos, mientras aguardan el desarrollo de su proceso migratorio ante las autoridades estadounidenses.

 

El Gobierno de México «autorizará, por razones humanitarias y de manera temporal, el ingreso de ciertas personas extranjeras provenientes de EEUU que hayan ingresado a ese país por un puerto de entrada, o que hayan sido aprehendidas entre puertos de entrada, hayan sido entrevistadas por las autoridades de control migratorio de ese país y hayan recibido un citatorio para presentarse ante un juez migratorio estadounidense», dijo la Cancillería en un comunicado.

 

La medida fue tomada tras la decisión del Gobierno estadounidense de implementar su Ley de Inmigración y Nacionalidad.

 

Desde la Secretaría de Relaciones Exteriores de México señalaron que «las acciones que tomen los gobiernos de México y de EEUU no constituyen un esquema de Tercer País Seguro, en el que se obligaría a las personas migrantes en tránsito a solicitar asilo en México».

 

A las 8:00 de la mañana locales de este 20 de diciembre (14:00 GMT), el Gobierno estadounidense comunicó al Gobierno mexicano que el departamento de Seguridad Interna de EEUU de América implementará una sección de su ley migratoria (la sección 235 b — 2c) que le permitiría enviar a México a extranjeros no mexicanos durante su proceso migratorio o pedido de asilo en EEUU, informa la Cancillería.

 

La aceptación temporal humanitaria y oras medidas, están dirigidas a «facilitar el seguimiento de las solicitudes de asilo en EEUU, sin que eso implique obstáculo alguno para que cualquier persona extranjera pueda solicitar refugio en México», aclara el documento de la secretaría de Exteriores mexicana.

 

Sin embargo, México reafirma «su derecho soberano de admitir o rechazar el ingreso de extranjeros a su territorio», en ejercicio de su política migratoria.

 

Al mismo tiempo el Gobierno de México reitera que toda persona extranjera deberá observar la ley nacional mientras se encuentre en su territorio.

 

Esquema

 

El Consultor Jurídico de la secretaría de Relaciones Exteriores, Alejandro Alday González,  precisó que el Gobierno de México no aplicará el esquema de «tercer país seguro» al admitir temporalmente «por razones humanitarias» a migrantes deportados por EEUU que no mexicanas.

 

«La media unilateral [deportación de EEUU] encuentra una medida soberana [de México], es el encuentro de dos sistemas jurídicos que pueden dar protección a personas que enfrentan situaciones difíciles en sus países; pero no es un esquema de ‘tercer país seguro’, hay diferencias muy importantes», porque los migrantes no estarán bajo custodia mexicana, tendrán libertad de continuar o no su proceso de asilo en EEUU, solicitar refugio en México, o pedir retorno asistido a sus países, preciso el funcionario de la Cancillería en conferencia de prensa.

 

En el esquema de un «tercer país seguro» el trámite «se debería comenzar en México, y las autoridades mexicanas conservarían la custodia del migrante, imponiendo tiempos y movimientos», explicó el alto funcionario de la Cancillería.

 

En cambio, las personas deportadas tendrán «la facilidad de solicitar asilo, libertad de participar de manera voluntaria y darle continuidad, tendrán libertad de movimiento y de optar por continuar o no su trámite en EEUU de manera voluntaria, sin custodia, en libertad de pedir condición de refugiado o visa por razones humanitarias» en México, puntualizó Alday González.

 

Las entradas y salidas de territorio mexicano «deberán ser coordinas entre los dos países, para garantizar la seguridad de la personas», explicó.

 

El Gobierno de México no intervendrá en el proceso de legalización, porque «no puede imponer el asilo a una persona migrante, ni obligará a un tercer país a que se lo otorgue», en este caso EEUU, enfatizó.

 

Las personas que no están sujetas a procesos migratorios no serán objeto de ese mecanismo.

 

Mientras tanto, los migrantes «no estarán recluidos ni bajo nuestra custodia mientras hacen los trámites y tendrán la libertad de continuarlos, o pedir asilo en México», insistió.

 

La política migratoria mexicana, asume los principios del Pacto Mundial de Migraciones adoptado en la asamblea general de la Organización de Naciones Unidas (ONU) el 19 de diciembre pasado, «está anclada en dos ejes que conforman un nuevo paradigma: el respeto a los derechos humanos de los migrantes; y dejar de criminalizarlos por estar en situación irregular, sin que sean perseguidos mientras hacen sus trámites», puntualizó.

 

La situación de miles de personas que integran las caravanas de migrantes centroamericanos que entraron desde octubre hacia la frontera norte con EEUU, «será evaluada caso por caso, si amerita proceso de asilo reciben un citatorio, se trasladan a México, que lo aceptará y quedará en estadía por razones humanitarias», relato el proceso.

 

Después podrán ingresar a EEUU a entrevistarse con el juez migratorio; y si no procede la solicitud, «las autoridades estadounidenses tomarán las mediadas de remoción que ese país considere», puntualizó el funcionario.

 

Medidas migratorias mexicanas

 

El Gobierno de México aclaró que sus medidas son en beneficio de las personas migrantes, en particular de menores de edad que viajen solos o acompañados, así como para proteger el derecho quienes desean iniciar y seguir un procedimiento de asilo en EEUU.

 

Las autoridades mexicanas «permitirán que las personas extranjeras que hayan recibido un citatorio soliciten su internación a territorio nacional [mexicano] por razones humanitarias en los lugares destinados al tránsito internacional de personas, y permanezcan en territorio nacional», prosigue el anuncio oficial.

 

La condición migratoria que otorgará es la «estancia por razones humanitarias», y con ese estatus los migrantes podrán realizar entradas y salidas múltiples del territorio mexicano.

 

Asimismo, garantizará que los extranjeros que hayan recibido su citatorio «gocen plenamente de los derechos y libertades reconocidos en la Constitución, en los tratados internacionales de los cuales es parte el Estado mexicano, así como en la Ley de Migración», precisó la Cancillería.

 

También tendrán derecho a un «trato igualitario sin discriminación alguna y con el debido respeto a sus derechos humanos, así como la oportunidad de solicitar un permiso para trabajar a cambio de una remuneración», con el objeto de solventar sus necesidades básicas.

 

El Gobierno mexicano anunció además que procurará que la implementación de las medidas que tome cada país concernido se coordinen a nivel técnico-operativo.

 

La finalidad de esa coordinación será «desarrollar mecanismos que permitan la participación de las personas migrantes con citatorio en su audiencia ante un juez migratorio estadounidense, el acceso sin interferencias a información y servicios legales, así como para prevenir fraudes y abusos», dice la repuesta mexicana a la notificación estadounidense.

 

Finalmente, todas las medidas anunciadas están basadas en la legislación mexicana y los compromisos internacionales suscritos, entre ellos la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados, su protocolo, así como la Convención Contra la Tortura y tratos o penas crueles, Inhumanos o degradantes, entre otros.

 

Actividad de EEUU

 

Los inmigrantes que llegaron a EEUU sin documentos por la frontera sudoccidental serán enviados de regreso a México, donde deberán esperar hasta que se resuelvan en los tribunales sus solicitudes de asilo, informó la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen.

 

«Con efecto inmediato, los individuos que lleguen o ingresen a EEUU desde México, ilegalmente o sin la adecuada documentación, serán devueltos a México por el periodo de duración de sus procedimientos de inmigración», afirmó.

 

La nueva política fue hecha pública minutos antes de que Nielsen se dispusiera a testificar ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes del Congreso legislativo.

 

La funcionaria señaló que la práctica conocida como «pescar y liberar» en relación con los migrantes, será reemplazada por una de «pescar y devolver».

 

«Los extranjeros que intenten hacerle trampas al sistema para ingresar a nuestro país ilegalmente ya no podrán desaparecer en EEUU, donde muchos se ausentan de sus audiencias ante los tribunales. En cambio, esperarán la decisión del tribunal de inmigración mientras estén en México», dijo Nielsen.

 

La secretaria de Seguridad Nacional añadió que el Gobierno mexicano tomó la decisión independiente de implementar las medidas esenciales para estos migrantes de su lado de la frontera.

 

Desde mediados de octubre, varias caravanas de migrantes con unas 10.000 personas procedentes sobre todo de Honduras, pero también de Guatemala, El Salvador y Nicaragua, entre ellas muchas mujeres y menores de edad que huyen de la violencia y la pobreza, llegaron a la norteña ciudad de Tijuana y a otros puntos fronterizos en busca de asilo en EEUU.

 

Algunos centenares de centroamericanos cruzaron la frontera para entregarse a las autoridades estadounidenses y varios miles permanecen del lado mexicano mientras presentan sus solicitudes, un proceso lento que podría demorar varios meses.

 

(Sputnik)