El año 2020 comenzó con la alarma de un tipo de virus que afectaba las vías respiratorias y cuyo origen fue situado en China. Su nombre COVID-19, popularmente conocido como coronavirus (2019-nCoV). En este primer trimestre ya su alcance se ha expandido por los cinco continentes y aunque todavía la Organización Mundial de la Salud (OMS) no ha declarado la pandemia, sí ha advertido sobre su “peligroso avance” e instado a los Gobiernos a actuar.

 

Desde entonces, la imagen más icónica del virus que nos llega, principalmente desde China e Italia, países donde ha afectado con mayor fuerza, es de personas cubriéndose el rostro con mascarillas.

 

Pero ¿es realmente efectivo el uso de estos artículos en personas sanas?

 

La OMS ha colocado el énfasis en que más que el uso de mascarillas por parte de personas sanas, es mucho más eficaz el lavado constante de las manos, ya sea con una solución hidroalcohólica o, simplemente, con agua y jabón. Especialmente, si se está con frecuencia en lugares públicos o en contacto con personas enfermas.

 

Aunado a esto ha ido un poco más allá y ha recomendado que para evitar el contagio por coronavirus es fundamental que las personas dejen de tocarse la cara. Los expertos del organismo mundial han dicho que lavarse las manos es crucial, pero evitar tocarse la cara lo es mucho más, porque esas manos acaban con frecuencia varias veces al día en nuestro rostro, nuestra boca, nuestros ojos, nuestra nariz. Ahí está la puerta de entrada del COVID-19.

 

Otras sugerencias son:

• Evitar el contacto estrecho con personas que muestren signos de afección respiratoria, como tos o estornudos.

• Mantener una distancia de un metro, aproximadamente, con las personas con síntomas de infección respiratoria aguda.

 

• Cubrirse la boca y la nariz con pañuelos desechables o con una tela al toser o estornudar y descargarlos de una vez.

 

• Las personas al toser o estornudar deben cubrirse la boca y la nariz con el codo flexionado y evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca, ya que las manos se posan sobre muchas superficies que pueden estar contaminadas con el virus.

 

¿Qué pasa con las mascarillas?

 

A pesar de que las mascarillas se han convertido en parte del paisaje en los países donde el virus ha atacado con más fuerza, expertos coinciden en que en personas sanas, no evitan el contagio. ¿La razón? Es porque las más comercializadas son las de tipo quirúrgico y estas —simplemente— no evitan el contagio. Solo sirven para que las personas con síntomas, al toser o estornudar, no diseminar el virus, ya que están diseñadas de dentro hacia fuera. Es decir, nada sale, pero sí todo entra.

 

En todo caso las mascarillas que sí podrían ayudar son las de tipo FFP2 y FFP3, diseñadas para trabajar de fuera hacia dentro, lo que podría evitar el contagio por vía respiratoria de una persona sana. Son las que usa el personal sanitario en contacto con enfermos. Sean estas más profesionales o las quirúrgicas, los especuladores —expertos en pescar en río revuelto— han elevado exponencialmente su precio.

 

Por ejemplo, en países como Perú —donde esta semana se confirmó el primer caso de coronavirus— el precio de las mascarillas y gel antibacterial subió más del 1000%. Así ha venido sucediendo en la mayoría de las naciones ante el aumento de las compras nerviosas y la especulación por parte de los comerciantes.

 

Entre tanto, los gobiernos de Alemania y Francia han anunciado que requisaran todas las mascarillas y han prohibido la exportación de estos productos para evitar el desabastecimiento local.

 

Sin embargo, utilizar una mascarilla de máxima protección no es suficiente si no se combina con un lavado de manos frecuente y dejar de lado el hábito de tocarse la cara, ya que estos virus se transmiten también por contacto.

 

El uso de la mascarilla también requiere de cuidados

 

Como ya lo ha dicho la OMS, las personas sanas solo necesitan llevar mascarillas si va a atender a alguien de quien se sospeche la infección por el 2019-nCoV. Por otra parte, en caso de ser una persona con tos o estornudos, sí puede utilizarse la mascarilla para evitar la propagación de las gotitas de saliva, también es necesario saber cómo utilizarla y desecharla.

 

– Al momento de colocarla es importante que se cubra la boca y la nariz con la mascarilla y asegúrarse de que no haya espacios entre la cara y la máscara.

 

– Es muy importante evitar tocar la mascarilla una vez colocada. Si esto sucede, lavar las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.

– Una vez la mascarilla esté húmeda es necesario cambiarla. Atención, no reutilizar las que son de un solo uso.

– Para retirar la mascarilla: quitar por detrás (no tocar la parte delantera de la mascarilla); desecharla inmediatamente en un recipiente cerrado; y lavar las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.

 

(LaIguana.TV)