La profesora universitaria y economista, Pasqualina Curcio, hizo un análisis sobre la situación que se vive en Estados Unidos de forma paralela a la pandemia de coronavirus que azota al mundo entero.

En un artículo titulado La doble moral de Estados Unidos, y que fue publicado en medios de circulación nacional, Curcio señala que las muertes por armas de fuego son tan numerosas como las que ha dejado la COVID-19.

Más de 41.500 personas murieron el año 2020 en Estados Unidos, no precisamente por causa del COVID-19, fallecieron víctimas de disparos. En plena pandemia, se registraron 592 tiroteos masivos en el mencionado país del norte, algo así como 1,6 enfrentamientos armados cada día. En 2019 fueron 415”, señala, al tiempo que precisa que “para vergüenza de la humanidad, no fue solo George Floyd quien murió asfixiado mientras un policía presionaba, con la rodilla, su cuello. Según datos de Mapping Police Violence, 316 afrodescendientes murieron a tiros por la policía de Estados Unidos, lo que representa el 28% de las 1.127 personas asesinadas por los cuerpos de seguridad con armas de fuego en 2020”.

Destacó que “esta flagrante violación de los derechos humanos a la vida, a la libertad de manifestar y de expresión, al debido proceso y a la no discriminación por raza o etnia fue invisibilizada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU”.

La también escritora hace un análisis de los estragos que ha dejado la pandemia en el pueblo estadounidense e hizo referencia a los índices de desempleo.  

Alrededor de 20,5 millones de estadounidenses perdieron sus empleos durante la pandemia y la tasa de desocupación llegó a 21,2%. Paradójicamente, en menos de 12 meses, los 614 multimillonarios de ese país aumentaron su riqueza en US$ 931.000 millones (Forbes) gracias a las políticas del gobierno que estuvieron orientadas a la protección del mercado bursátil”.

Para Curcio, la doble moral del régimen gringo queda al descubierto cuando, a pesar de las múltiples problemas que afronta ese país, este prefiere ocupar recursos en atacar a naciones como Venezuela.

“No conformes con violar los derechos humanos de su propia población, los gobiernos de Estados Unidos, mediante medidas coercitivas, pero también con otras acciones económicas, psicológicas y políticas enmarcadas en las guerras no convencionales, también vulneran los de todos aquellos pueblos que no se alinean a sus intereses al punto de incurrir en crímenes de lesa humanidad”, añadió.

(LaIguana.TV)